Felipe Martínez Chávez
Son garbanzos de a libra, o difíciles de darse, sucesos fuera de lo común.
El uno de enero del 2002, Jesús Villanueva Perales se quedó vestido y alborotado como candidato electo a la presidencia de Hidalgo, la tierra donde nació, pero no vivía.
De la noche a la mañana se derrumbó su futuro político, algo que le dejó un trauma de por vida. Lo que más le dolió fue gastar en mantas y pasacalles en que invitaba al pueblo a su toma de protesta.
Hasta tenía nombrado a su equipo de colaboradores, que también perdieron.
Un día antes, el último del año (2001) Juan Linares Reyes, profesor oriundo de Llera, pero avecindado en Hidalgo, recibió notificación del TRIFE, que al día siguiente debería instalarse como alcalde sustituto del pueblo.
“Fue mi regalo de año nuevo”, dijo sonriente Linares ese día.
Ante denuncia del PRD, Villanueva no pudo comprobar que vivía en el ejido San Francisco, ni por recibos de luz ni por pago de predial que presentó. Su credencial de elector tenía domicilio en Victoria.
Son incidentes de no todos los años y trienios.
Pues bien, han comenzado a llegar a tribunales impugnaciones respecto a constancias de mayoría y validez de elección en varios municipios y distritos. Algunos, los más optimistas, piden anular comicios del dos de junio.
Las demandas son de perdedores, no de los que ganan. No recuerdan la máxima que dice que “el que pega primero pega dos veces”, o lleva ventaja.
El de Villanueva es el caso “más sonado” de los últimos tiempos, rechazado por tribunales. Los hay de candidatos que no rindieron protesta por otros motivos, como fallecimiento (muerte natural) o renuncia.
Van 16 impugnaciones. El plazo para hacerlo vence el jueves 13 de junio, con Nuevo Laredo, último Consejo Municipal en calificar la elección.
Usted se preguntará ¿que se espera de las impugnaciones? La respuesta es que nada que altere triunfos. Podrán anularse casillas, pero sigue el ganador, o ganadora.
En 2021 los neolaredenses vivieron emociones cuando, PAN, PRD y PSD pidieron echar abajo el triunfo de Carmen Lilia Canturosas, de Morena y aliados, apenas con diferencia de 2,152 votos. La ratificó el TRIFE. Perdió su contrincante Yahleel Abdala Carmona.
Tres años después se volvieron a enfrentar. La guinda ganó ahora con más diferencia 4,677 votos. Aun así, es de esperar que la panista apele al TRIELTAM, primero, y luego al fuero federal.
Parece una pelea personal. Van dos duelos al hilo en que la panista muerde lona del cuadrilátero. No se espera que el tribunal eche abajo más de 4,500 votos.
En 1995 Artemio Arellano Conde ganó con seis votos la presidencia de Soto la Marina, por el PRI, a Sergio Castro Narváez, postulado por el PAN. Fue el primer intento azul por quedarse el ayuntamiento. Los priistas intentaron infructuosamente de revertir resultados.
En las elecciones del cinco de junio del 2016, Carlos Cárdenas González, postulado por el PAN, ganó Güémez con una diferencia de un voto a Carlos Gutiérrez. Al pedir el PRI recuento, la diferencia quedó en cuatro. En tribunales la decisión fue invariable, quedaron 4,655 a 4,651.
Por eso hoy, cuando Maybella Ramírez Saldívar, del PAN, presentó recurso en San Fernando luego de perder la reelección, yo, el que escribe, no cree que en tribunales reviertan gane de la morenista Adriana Aguirre de los Santos.
La diferencia no es de cuatro, ni seis votos, sino de 350 según la constancia de mayoría.
Para los perdedores debe ser un golpe muy grande que les produce angustia y desesperación, que quisieran que los tribunales les dieran la razón inmediatamente. Los jueces obran con la cabeza más fría y libres de emociones.
En otro ejemplo, es imposible que, en Reynosa “Don Cachorro” Cantú revierta la constancia de mayoría a favor de Carlos Peña Ortiz, alcalde reelecto, cuando la diferencia de votos está a años luz, más 83 mil, la cifra más alta en Tamaulipas, o Matamoros donde Alberto Granados superó a la comandanta Leticia Salazar con ¡más de 73 mil! (128,513 a 55,466).
El pronóstico es que no habrá resoluciones cardiacas.
En Nuevo Laredo, distrito 02, Ana Laura Huerta ganó a Maribel Medina García con 318 sufragios. Anular triunfos no es asunto de magia.
Situación igual con Madero y Altamira, donde Erasmo González Robledo y Armando Martínez le dieron hasta por debajo de la lengua a sus contrincantes.
Cambiando, el Gobernador Américo Villarreal y su esposa María asistieron este miércoles al primer Tianguis Bienestar, Devolver al Pueblo lo Robado, que se desarrolló en la cabecera municipal de Güémez. Miles de artículos, nuevos -como tenis y hasta maletas de viaje- decomisados en las aduanas, fueron regalados a familias.
El viernes toca turno a Padilla. Serán 17 tianguis en el mismo número de municipios rurales que autorizó el Presidente López Obrador, a petición de Américo y su esposa.