Felipe Martínez Chávez
Que el Tlatoani del imperio cañero anda nervioso. Personalmente decidió participar como candidato a la diputación federal del territorio.
Desde el lado gringo le dieron manga ancha para quitar y proponer, bajo condición de ser el único responsable de los triunfos y derrotas. Sigue fiel al corral vacuno.
Para la alcaldía de la capital imperial, Xicoténcatl, decidió llamar a la diputada federal Mariela López, una de sus incondicionales, ya ex presidenta. Si no gana -como parece- podrá cobrar sus últimas quincenas, de junio a septiembre, y hasta el “retiro”.
La dictadura se tambalea. Ya no carga el costal de billetes que ablandaba conciencias y corrompía opositores, ni el cuerpo de golpeadores que “convencían” a los más renuentes a cooperar.
Los ciudadanos dejaron de tener miedo al garrote Verástegui, despertaron, abrieron los ojos después de 25 años de yugo. La emancipación vendrá a partir del dos de junio. Sin duda caerá el cacicazgo.
El cuadro de candidatos será virtualmente será el mismo de los que hoy cobran. Decidió tumbar a una jovencita de origen tulteco de nombre Liliana Álvarez Lara ¿traiciones? quien cobra como diputada por el distrito 16, epicentro de la tierra caliente cueruda.
Dice la voz popular que prefiere a familiares. A partir de ahora, no confiar ni en su sombra será el primer mandamiento del decálogo rector del imperio.
En familia es mejor. La sangre directa no traiciona y, cuando traiciona, avisa. Un cambalache entre el hermano Chente por el Distrito 6, y la cuñada por el 16 local.
Si se chisquea el dedo (dedazo), ahí está el cachorro, ya fogueado en redes, que dejó la borrachera hace un año y ahora trata de convertirse en capitán de empresa, no engordando marranitos ni gallinas como su apá, sino creando una millonaria empacadora de mango que quiere exportar a Canadá.
Al menos es el espejito que les ha vendido a los lugareños.
Noemí demostró sus virtudes al dejar libre el presupuesto para que ellos manotearan por dos trienios. La Ley no le permite nueve años.
Anda nervioso y comenzó a presionar a los gerentes que detentan el poder local. Van por la reelección a condición de asegurar victorias pero, si traicionan, la pagarán caro. Sobre advertencia no hay engaño.
Tienen manos libres en las tesorerías. El financiamiento saldrá de las arcas municipales como en aquellos años de impunidad.
Los huey tlatoanis locales gozarán de la confianza del máximo líder para procurar la hegemonía -piensan que el pueblo sigue dormido- según la selección que personalmente hizo hace tres o más años.
Ocampo para Melchor Budarth Báez; Gómez Farías, Yussef de León Ávila; Nuevo Morelos, Yaneth Cristal Nájera Cedillo; Antiguo Morelos, Carmelo Tinajero Castro; González, Gabriela Verlage Frieldman; Llera, Moisés Antonio Borjón; Bustamante, Brisa Verber Rodríguez.
Casas, Olga Hernández Avalos; Palmillas, Nieves Ramírez Compeán; Tula Antonio “Láminas” Leija Villarreal.
En la última batalla electoral perdió Soto la Marina y Jaumave. Lo traicionaron.
Trece municipios en total, distrito 16, donde en 2018, 2021 y 2022, por obra y gracia de la “segunda esquina del poder” en Ciudad Victoria, votaron hasta el ciento por ciento de los padrones y, en algunos, el 102 y 103.
Poco a poco se van registrando en el 22 Berriozábal, sin mucha esperanza, sin las talegas de dinero del presupuesto, sin chambas que repartir ni los “arrejuntes” de la Auditoría Superior, solo con la amenaza de seguir siendo leales. Difícil, casi imposible que alcancen victorias en un ambiente en que habrá libertad de votar.
Sin salirnos del tema electoral, el candidato a la segunda senaduría por Tamaulipas será Arturo Núñez Ruiz, emanado del PRI, ex líder juvenil en tiempos de Tomás Yarrington Ruvalcaba y ex coordinador del Movimiento Territorial, uno de los impulsores de la alianza con el PAN.
En el segundo espacio, como va, no tiene muchas posibilidades de llegar por la primera minoría. El PAN-PRI tendrían que ganar por mayoría.
Morena presentó recurso ante el Tribunal Electoral de Tamaulipas pidiendo echar abajo la coalición Fuerza y Corazón por Tamaulipas por una razón evidente: El convenio de coalición del PAN, con el PRI, fue firmado por “El Cachorro” Cantú, gerente estatal, y no por acuerdo de la Comisión Permanente del Consejo Nacional.
La diputada pluri por Tamaulipas, Montserrat Arcos Velázquez, ya se bronqueó con su líder Alito Moreno, lo que pronostica que no repetirá en el escaño. Lo acusó ante el INE de violencia de género y querer agandallar el 50 por ciento del presupuesto para impulsar el desarrollo de las mujeres.
Por la UAT, el martes el Rector Dámaso Anaya Alvarado visitó el Campus Mante en la continuidad de su Gira Diagnóstico. Este miércoles continuaba por Tampico en un diálogo abierto y directo con estudiantes y maestros.