Para el panismo de Tamaulipas, la elección del 2024 puede significar el último clavo en el ataúd. Los pronósticos no le favorecen.
El primer problema -principal-, es que los candidatos serán impuestos por el jefe cacique ¿hay otro?, aun cuando el sello, nombre y apellidos signifiquen repudio popular.
La elección del 2016 fue garbanzo de a libra. En adelante fueron perdiendo posiciones y ganando rencores ciudadanos, que crecen.
Mala señal que, para el Senado, tiene resueltas las fórmulas: Primer posición su carnal Ismael, en reelección, y la neolaredense Imelda Sanmiguel Sánchez en segundo. Si pierden, el hermano seguirá en el escaño.
En 2021 ganaron seis -muy “apenitas”- de los 22 distritos de mayoría y le dieron siete de minoría, con lo cual sumaron 12. El “chapulineo” es otra cosa.
Solo ganaron los distritos: 16 de Xicoténcatl, 21 y 22 Tampico, 02 y 03 Nuevo Laredo y 13 San Fernando.
Por cuanto hace a los ayuntamientos, perdieron los “grandes” y se quedaron con 28 “chiquillos”, reducidos más tarde por la renuncia de los cinco alcaldes de la zona de influencia de la Brigada Cívica Pedro J. Méndez, que son Hidalgo, Mainero, Villagrán, San Carlos y San Nicolás. Se quedaron con 25.
No tienen intención de cederle espacios a sus coaligados del PRI y PRD.
Hablando de la sucesión por la gubernatura, 2022, el celeste y su coalición conquistaron un total de 642 mil 500 votos para su abanderado César Verástegui, en tanto Morena y aliados sumaron 731 mil.
Una de las últimas fortalezas del PAN es Tampico, aun cuando Mon Marón y Nora Gómez ganaron por mínima diferencia.
En la esquina noreste perdió Enrique Rivas Cuéllar, el alcalde que quiso brincar -otra vez- al Congreso del Estado, y ganaron Félix García Aguiar e Imelda Sanmiguel. Perdieron la alcaldía.
Ganaron Xicoténcatl con Liliana Álvarez Lara, pero perdieron El Mante (donde la petista Lidia Martínez López chapulineó al PAN antes de tomar posesión y cobrar su primera quincena).
Para una elección concurrente, donde hay candidatos a alcaldes, estos son los que marcan la tendencia del sufragio. El partido que gana la presidencia gana todo, dicen los operadores políticos.
Es así que, desde el lado gringo y con César Augusto Verástegui como “ingeniero” electoral, el que manda en el partido resolvió algunos de los ayuntamientos. Van por la reelección, aunque la imagen de la mayor parte de los alcaldes no sea la mejor.
A nombre de su jefe, Don Truco va por el refrendo de Alejandro García Barrientos, en Aldama; Maybella Lizeth Ramírez Saldívar, San Fernando; Valle Hermoso, Alberto Alanís Villarreal.
Son los mismos. Para la cabecera del imperio está más puesto que un calcetín su hijo César Verástegui Aranda, en sustitución de la cuñada Noemy González Márquez.
En Gómez Farías, siempre fiel y obediente tiene segura la candidatura Frank Yussef de León Avila, y en El Mante Noé Ramos.
González es para Gabriela Verlage Frielman, o en su defecto para el pariente Guillermo Verlage Berry, anterior alcalde. La misma gata, pero revolcada.
Por Tula volverá el socio Antonio “Láminas” Leija Villarreal, ya dos veces alcalde por mandato de las despensas y regalías que hicieron a discreción, mientras en Llera sigue obediente el médico Moisés Borjón Olvera, quien administra hoy el municipio como si fuera de su propiedad.
En Palmillas María de las Nieves Ramírez pretende regresar la presidencia a su marido Jorge Monita. El negocio es familiar.
Para Don Truco y su jefe Cabeza es lo mismo. Lo que importa es el número de municipios.
Hay un pero. El único municipio donde el control político panista es absoluto, es Antiguo Morelos. El alcalde Carmelo Tinajero Castro recibió el mando de su esposa Angelina Avila Cabriales, y ella de un cuñado y así sucesivamente. Es territorio de la familia desde hace 25 años.
Nuevo Morelos, ahora en manos de celestes, Yanet Cristal Nájera Cedillo, ya fue territorio del PRD. Las condiciones no son las mejores para que conserven la administración.
Si vamos resumiendo, las únicas posibilidades que tiene Acción Nacional son Antiguo Morelos y Xicoténcatl, aunque en este municipio, capital del cacicazgo, hay una disidencia que los llevaría a la derrota.
Lo más seguro es que, en Tampico, el alcalde Chucho Nader se saldrá con la suya e impondrá a José Schekaibán, su Jefe de Servicios Públicos.
En Díaz Ordaz el candidato del PAN sería Homero G. Richardson, que nada tiene que hacer con la presidenta Nátaly García, quien va por la relección.
Altamira será para Miguel Gómez Orta, con una posible derrota frente al alcalde Armando Martínez Manríquez.
Finalmente, en Reynosa, Don Cachorro Cantú Galván sería derrotado por Carlos Peña Ortiz, en la reelección.
No le va a ir bien al PAN en las alcaldías. Los apellidos, el grupo dejaron un mal olor que involucró al partido.