diciembre 13, 2024
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Felipe Martínez Chávez

El vendedor de alcohol

noviembre 12, 2024 | 143 vistas

Felipe Martínez Chávez

 

De que hay tipos suertudos, los hay.

Es el caso de un muchacho de 41 años que se dice empresario exitoso, declarado joven emprendedor en 2003 cuando empezó a vender alcohol al segmento de adolescentes. Le fue muy bien en sus utilidades y creció.

Según su currículum, inició su primera empresa en 2012 con el proyecto Four Loko México, para vender la llamada (entre los jóvenes) “bebida para perder la virginidad”, por su alto contenido alcohólico.

Siguen diciendo sus datos que nació en Matamoros, donde se tituló en Administración de Empresas en 2021 en la universidad particular de Héctor Escobar, el famoso jefe de Educación de Francisco Cabeza de Vaca, conocido en la frontera como “La Camelia” (¿?).

Luego de terminar licenciatura hizo maestría en la Universidad del Verbo Encarnado de San Antonio, Texas, “la primera en la nación de universidades religiosas que gradúan a hispanos con títulos de licenciatura” (university of the incarnate word).

Quién sabe si haría o no esa maestría, no hay datos.

Como hombre de negocios, después creó la empresa Joseph Roberts Company de México, y “en mayo del 2015 logra hacer una fusión de empresas entre Phusion Projects LLC propietarios de la marca Four Loko y Joseph Roberts Company de México S.A de C.V”.

Con la misma línea de venta de cerveza, vino y alcohol en general, dio forma al Grupo Joseph Roberts SAPI de C.V., propietaria de Four Loko Latinoamérica y Asia, que tiene su oficina matriz en San Pedro Garza García, N. L.

Es tan exitoso vendiendo alcohol a la juventud que, según datos del Gobierno, en 2023 alcanzó exportaciones por 15 millones de dólares, muy lejos de los ocho millones del 2021.

Vendió sobre todo a Perú, Colombia, República Dominicana, Panamá, El Salvador y Costa Rica, con su four loko de sandía, morado, frutas en general, aparte de alcohol etílico.

De las importaciones de alcohol se habla de tres millones de billetes verdes en 2022.

Según algunas publicaciones, la bebida que facilita la pérdida de la virginidad -a la primera lata-, contiene un 12 por ciento de alcohol.

Pues bien, el hombre, luego de tener el poder económico, quiso el político. En febrero del 2022, sin antecedentes en las urnas, quiso ser candidato a senador en la elección extraordinaria por el Senado (a la muerte del doctor López Vargas). No halló quién lo postulara.

En 2024 jugó por la alcaldía de Matamoros en que “cosechó” 29 mil sufragios, bastante lejos de los 128 mil de Alberto Granados, el vencedor.

Se dice catedrático de la Universidad de Nuevo León, que quien sabe a qué horas estará frente a grupo, si vive en Matamoros ¿acaso en Nuevo León?

Siendo candidato a edil, no contestó los cuestionarios de “Saber Votar”, ninguno, donde las principales preguntas son si está libre de cualquier demanda por violencia intrafamiliar, o tiene demandas por pensión alimenticia y educativa de sus hijos.

A partir de esta semana es dirigente estatal partidista. El empresario del alcohol dejó en el camino a su similar gasolinero Rigoberto Ramos Ordóñez, con talacha en Reynosa desde hace varios años y que con seguridad merecía la designación. Le metió lana a las precampañas, desde regalar despensas, medicinas y cilindros de gas.

Otro valor que pudo haber sacado al buey de la barranca es Luis Torre  Aliyán, victorense que jugó por la presidencia capitalina en 2024 y también con años de militancia.

Tema aparte no sorprendió la encuesta publicada este martes por el periódico Heraldo Media Group (en alianza con QM), en que un 68 por ciento de ciudadanos encuestados dijeron están de acuerdo con el trabajo realizado por la presidenta Claudia Sheinbaum, a poco más de un mes de rendir protesta. El sondeo se realizó entre el cinco y ocho de noviembre

Un seis por ciento se manifiesta en contra, el nueve “ni de acuerdo ni en desacuerdo” y el siete por ciento no contestó.

Cierto, el 50 de los encuestados considera que el tema seguridad es al que la presidenta debe atender más rápidamente.

Aparte, para quienes hablaban de un “atentado”, quedó atrás el incidente de la camioneta en que viajaba Gerardo Fernández Noroña, gira por Matamoros el fin de semana. Ni denuncias ni investigación. Quedó en falla eléctrica que incendió el elevador de la puerta del lado del copiloto.

Nunca estuvieron en riesgo ni él ni la senadora Olga Sosa Ruiz. Se encontraban en las cercanías de una gasolinera, fuera del vehículo, “haciendo tiempo” para esperar al alcalde Alberto Granados e ir al evento.

En ese momento se comunicaron con él la secretaria de Gobernación y el gobernador Américo Villarreal, para preguntar sobre su estado físico.

¿Un atentado? No es el estilo, ni para espantar a alguien.

La UAT y el Ayuntamiento de Tampico que preside Mónica Villarreal, firmaron convenio de colaboración para impulsar temas en materia académica, investigación y desarrollo social.

El rector Dámaso Anaya Alvarado dijo que se formalizaron proyectos conjuntos en beneficio de la comunidad y el compromiso de sumar esfuerzos para contribuir a consolidar la transformación de Tamaulipas.

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