Mauricio Zapata.-
Si bien, la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, a diferencia de otras, puso en marcha un programa para la entidad, no dejó en casa su sello y estilo.
Es decir, hablar del pasado, pensar poco sobre el presente, y dejar fuera el futuro.
Salvo dos o tres frases, no hay nada que pudiera vislumbrar algo para las siguientes generaciones. Que va ni siquiera para las actuales.
En Tampico habló que los neoliberales robaban mucho.
Y cuando ponía el ejemplo de lo que robaban como que se acordaba de otra cosa y se iba, se iba, se iba para otro rumbo dejando inconclusa la idea.
Habló de que hay más presupuesto, sobre todo para salud, porque ya no es como antes. ¿Cómo era antes? Empezó a explicar, pero luego se fue con el rollo de que a los hijos hay que tenerlos para siempre en casa.
Después habló de las virtudes del programa que inició en el puerto jaibo, o sea, del tema del IMSS-Bienestar, pero hilando unas dos o tres frases como que se acordaba de otro tema y otra vez se fue, se fue, se fue, y se perdió el rumbo.
Total que fue un extracto reducido a 32 minutos de la mañanera diaria, pero en el hospital del Seguro Social de Tampico y en la tarde.
No obstante, la visita fue provechosa por el programa IMSS-Bienestar que se suscribió, que se supone viene a suplir al Seguro Popular y con ello, la gente que no es derechohabiente, podrá tener los servicios médicos de los que carece.
Tras tantas giras del mandatario a Tamaulipas, habría que señalar que son solo tres obras las que ha hecho su administración a esta entidad: la aduana, un mercado y un hospital.
Y bueno, ojalá que con esta gira se concreten más cosas para el estado y no solo sean anuncios que se los lleve el viento o que a la mera hora no cumpla.
La gente de este estado quiere y confía en el presidente López Obrador. Esta entidad es una de las que más altos puntos le da de aprobación a su gestión.
La comunión con el gobierno estatal es fuerte y no solo hay una relación cordial y cercana, sino de afecto personal de AMLO al mandatario estatal. Y ayer contó las razones.
Hoy la agenda presidencial es un acto protocolario y otro evento allá en el sur de índole (también) de salud.
EN CINCO PALABRAS.- Es menos de lo mismo.
PUNTO FINAL.- En boca cerrada no se salen las aspiraciones políticas: Cirilo Stofenamcher.
Twitter: @Mauri_Zapata