Este fin de semana será el cierre de campaña, de la mayoría de los candidatos en la contienda, que van a hacerlo.
Claro, algunos y algunas ni campaña hicieron, simple y llanamente porque no están en la puja por el voto, en la competencia electoral, pues.
La legislación vigente permite el proselitismo todavía hasta el miércoles, tres días antes de la jornada votacional, pero entre semana siempre es un riesgo la disposición de la gente para participar en estos eventos, así que los más, decíamos, ya están cerrando.
Dicho de otra manera, la jornada preparativa de la elección, prácticamente está concluyendo y de manera general, se puede afirmar que las acciones del proselitismo consumadas, no cambiaron la tendencia que de origen le daba un triunfo amplio a la papeleta morenista.
Todavía en las vísperas, muy a su estilo, los voceros del PRIAN quisieron sacar raja política de la tragedia, elevando condenas y descréditos contra el partido Movimiento Ciudadano y su candidato presidencial JORGE ÁLVAREZ MÁYNEZ, cuando el temporal les tumbó un templete con víctimas mortales.
Las redes sociales se volcaron contra ese reiterado intento de hacer campaña con el dolor ajeno, revertiéndose las intenciones del PAN y los panistas de torcida entraña, quienes solo sacaron más condenas.
Por eso se dice, a la luz de las encuestas más conocidas, que si bien Morena se consolidó en la intención del voto por encima del 50 por ciento, en el segundo lugar se cerraron las diferencias y hay quienes aseguran, el PAN ya fue enviado al tercer lugar.
Ello es, hablando de la elección presidencial, a nivel nacional, porque en lo doméstico, el PAN igual aparece rezagado, hasta la tercera posición, referente de la elección al Senado de la República, pero a manos del Partido Verde Ecologista de México.
Y esa tercera posición la soporta en el voto duro expriista, de que se apropió durante el cabezato, persiguiendo, amagando y/o corrompiendo a líderes históricos del priismo, a los que sigue sometiendo y marginando, con candidaturas sin destino que significan su desaparición física definitiva en el orden público estatal.
Los panistas, siguen diciendo que, si los expriistas en la contienda ganan alguna elección municipal, en cuanto asuman los van a neutralizar.
Mientras, los tricolores con reales posibilidades de trascender y se cuentan con menos dedos de los que tiene una mano, gachos y orejones, siguen con el sentimiento de culpa endilgado.
La única apuesta del PAN-cabecismo para el siguiente domingo electoral, es al desdoblamiento de los grupos delincuenciales en la frontera y El Mante-Xico, donde con anterioridad han denunciado “situaciones de riesgo”.
Lo hacen, para después, si no les dejan robarse las ánforas y con violencia someter a operadores y funcionarios de casilla para adulterar el sentido del voto, reclamar la “nulidad de la elección”.
No lo van a lograr, porque además del despliegue de la seguridad, en los tiempos actuales no aplica el sistema de estructuras de movilización y coacción al voto, inventado por el PRI y perfeccionado por el PAN, susceptible de las obstrucciones aquellas.
Más bien ellos ya andan coaccionando el voto y las autoridades tomando cartas en el asunto; el Día D se van a quedar mirando, sin saber cómo impedir que los ciudadanos, espontáneamente vayan a las urnas a expresarles su rechazo.
CLAUDIA SHEINNBAUM será Presidenta de la República; las mayorías en las Cámaras serán ocupadas por Morena y sus aliados y en Tamaulipas, además, las principales concentraciones urbanas serán gobernadas por este partido.
Del chiquitiaje, como quiera, no muchos podrán conservar los opositores.
Así lo registran todos los pronósticos sustentados en encuestas de prospectiva y aun los estrechos márgenes históricos, sujetos de manipulación, en los renovados escenarios siguen acotándose, hasta volverse intrascendentes.
En las pocas localidades donde la competencia se da cerrada, la supremacía sigue siendo morenista.
Hasta un voto marcará la diferencia y ha de respetarse a rajatabla, por los principios de la ley y la razón, atrás de las que, como nunca, marcha la ciudadanía firme, en grado abrumador.
Quienes le estuvieron metiendo dinero a candidatos y campañas de la oposición, frotándose las manos con el saqueo del presupuesto que pensaron ello les deparaba, ya le están pensando si dejarán caer su resto en el Día D.
La única garantía que hoy tienen, es que esa inversión, de alto riesgo, ya no tiene retorno.
¡Quién se los manda!