diciembre 13, 2024
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Melitón Guevara Castillo

¡Emocionado!

noviembre 8, 2023 | 416 vistas

Melitón Guevara Castillo.-

Estoy sumamente emocionado. Me entero por las redes sociales,
como por notas periodísticas, como un buen número de ciudadanos se
declaran estar listos, que tienen experiencia, conocimientos y empatía
social, para ser mí, o nuestro, representante en la Cámara Federal, sea
como Diputado Federal o Senador. Aunque Morena ya hizo un registro, no
se conocen a ciencia cierta, el total de ciudadanos listos a sacrificarse, a
mostrar su vocación de servicio como legisladores federales.

Tenemos conocimiento del entorno legal electoral. Así, por ejemplo,
cualquier ciudadano en pleno ejercicio de sus derechos cívicos y políticos,
tiene el derecho a votar y ser votado. Por eso, en el caso del exgobernador,
que aspira a ser legislador, dicen que senador, con todo y lo que se dice de
él, no hay nada legal que impida ser candidato, porque es su derecho…
goza de plena libertad. Si él puede ser candidato, se entiende que del FAM,
con más razón aquellos de, además de libertad, gozan de cabal salud.

ANIMAL POLITICO

Hace muchos siglos Aristóteles, el filósofo, se aventó una afirmación
extraordinaria: los seres humanos somos un animal político; y explicó que,
lo somos, porque buscamos en lo colectivo participar en la solución de
nuestros problemas. Hizo notar como la familia se convierte en un clan, el
clan en una tribu y de esta se convierte en una ciudad. Y en todo este
proceso, lo esencial, es que el hombre no puede vivir solo, tiene que unirse
a otros para lograr propósitos comunes, como, por ejemplo, los problemas
de la comunidad, del barrio, del ejido, entre otros.

¿Qué sucede en México con los ciudadanos? En cada elección hay
un abstencionismo que crece, o disminuye, según sea el candidato, pero
nunca hay una participación plena. Por decir, el actual Presidente ganó
porque en promedio 30 millones de mexicanos votaron por él. La cuestión
es que fueron 30 millones de un total de 89 millones, 332, 31 ciudadanos
registrados… Solo votó el 63 por ciento: 30 millones de ciudadanos
decidieron por 89 millones. Así que, por decir, en la elección del 2024,
¿Cuántos mexicanos van a emitir su voto?

EMOCIÓN Y DECEPCIÓN

Me siento emocionado porque hay un buen número de ciudadanos
dispuestos a servirnos como legisladores, como nuestros representantes.
Imaginen, que haya elecciones y no haya candidatos, sería el acabose. Esa
emoción, sin embargo, de tiempo atrás se convierte en decepción y la razón
es muy simple: los legisladores, de tiempo atrás, han sido como
considerados como borregos, ambiciosos, lacayos o súbditos del Poder
Ejecutivo. Hoy, por decir, el pregón de los legisladores de Morena, es decir:
¡es un honor estar con Obrador! Pero no lo representan a él, representan al
pueblo… son pues, traidores a quienes votaron por ellos.

Y en los hechos muestran una realidad insoslayable: en cuestión de
reconocimiento social, por muchos años, el primer lugar lo han tenido los
militares, seguidos de profesores y de sacerdotes… y el último lugar es para
los legisladores a quienes, aquí y por todos lados, se les acusa de que solo
van a levantar la mano. Eso sí, tienen buen sueldo, prebendas y privilegios,
que lo convierten en un ciudadano especial, de clase. Y pocas veces, casi
sin excepción, no regresan a su distrito o entidad a demostrar que
cumplieron… hacen informes y siempre queda en evidencia que saludan
con sombrero ajeno.

SACRIFICADOS POR EL PUEBLO

La lista de los que quieren ser legisladores, en principio por Morena,
es grande. Aun no se conoce, solo algunas filtraciones de quienes,
emocionados, hacen público su registro como precandidatos. Por ejemplo,
que les puede proporcionar, como emoción o sentimiento, que Úrsula
Salazar publique en redes sociales una foto conversando con una señora,
como una forma de hacer patente su empatía social. En lo personal,
ninguna; pero otros, sin el menor pudor, hacen conferencias de prensa solo
para informar que están listos para ser nuestros representantes.

Pueden ser hombres y mujeres conocidos (das). Lo importante es que
ahí están, preparados o preparadas, para sacrificarse por el pueblo, para
servirlo. Y nosotros, como ciudadanos, los escuchamos y quizá les creemos
o no, les votamos o no, porque a fin de cuentas tenemos una percepción de
ellos. Si me preguntan, por decir, a quien prefieres como candidato a
alcalde: ¿Alejandra Cárdenas, Oscar Almaraz, Jorge García o el actual edil,
entre otros? Mi respuesta es obvia: se tiene que descartar a quienes, en su
haber, ya administraron la riqueza del pueblo, porque quedaron a deber…
Alejandra Cárdenas tiene trabajo y trayectoria en tanto que García solo su
ambición de poder.

EFÍMERA

La emoción, digamos ciudadana, por el buen número de ciudadanos
que ambicionan ser nuestros representantes es efímera. Y la razón es muy
sencilla: se observa en las encuestas. Preguntan: conocen a… y puede ser
que tenga un alto porcentaje, mucha gente lo conoce. Pero en la siguiente
pregunta, ya es otra respuesta: ¿Por quién nunca votarías? Y resulta que
aparece el mismo nombre… de tanto que lo conocen, el saldo negativo es
mayor.

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