¿Cómo te fue, mami, papi, en este regreso a las clases? Espero que estés cantando victoria por haber superado esta gran prueba después de un largo tiempo en el que los pequeños podían levantarse tarde y descansar.
En este martes de El Lado Amable me voy a dar la oportunidad de remontarme años atrás para poder recordar y así platicarles lo que era el regreso a clases y en general el ir a la escuela.
En aquel entonces también teníamos muchos días de vacaciones; casi dos meses pero se te hacían eternos y justo una semana antes de regresar nuestros padres nos obligaban a dormirnos más temprano para ir ajustando de nuevo tu grado de sueño, apagaban la tele muchísimo antes para que ya te durmieras y ellos con tal de que esto pasará, también se dormían, nada de apagar el celular mucho menos lo que pasa hoy en día que les tenemos que quitar la tableta para que se puedan dormir y rindan el día de mañana.
En aquel entonces existía “La Rola” ¿Qué era esto? Seguro te estas preguntando, pues las mamis inteligentes se ponían de acuerdo entre ellas y tal era el acuerdo que según las integrantes de la rola esas eran las semanas en que te olvidabas de recoger a tu hija, por ejemplo en la rola que hacia mi mama, éramos cuatro amiguitas, una semana mi mama me llevaba y pasábamos por esas tres compañeritas más, y así sucesivamente a cada quien le tocaba a lo largo de una semana y en tres semanas te volvía a tocar, me daba pánico no estar lista porque en el caso particular de una de las mamis mi casa era la que estaba más cerca entonces yo era a la primera que recogían y no podía darme el lujo de no estar lista.
En aquel entonces era ley escuchar el radio en ese inter, en el lapso en que entrabas a tu escuela, en mi caso en particular jamás olvidaré el programa de radio en donde una voz terrorífica te decía que si no te levantabas “la mano pachona” iría por ti, ahorita me muero de la risa, de hecho, me estoy carcajeando, pero antes, en 1987 dándoles un “aprox”, te morías de miedo y creías que la mano pachona existía, así que te levantabas sí o sí.
En aquel entonces moría de la emoción y sentía que iba totalmente cuidada por Dios, porque no recuerdo la hora pero era muy muy temprano antes de llegar a mi salón, cuando también por radio te ponían el Padre Nuestro pero cantado, estoy segura que era la voz de Daniela Romo, una pista sumamente conmovedora que diario me ponía mi madre y que aún recuerdo como si la hubiera escuchado ayer, si el que la ponía está leyendo estas líneas quiero agradecerle porque que gran gesto ponerlo a esa hora en la que todos queríamos y anhelábamos que nuestro día fuera un buen día, encomendándonos a nuestro padre como debe ser.
En aquel entonces y mi madre nunca lo supo me daban maicena, no olvido que era de fresa y eran los peores minutos de mi día porque no me la podía ni pasar, que linda ella por cuidarme por querer que creciera sana pero que fea sabía.
En aquel entonces el regreso era tan efusivo que ya en la hora de salida había afuera de la escuela pollitos de colores, estaban vivos, no eran de juguete, llegaba a mi casa como con cuatro y al día siguiente se me morían y yo quería morirme con ellos de tanta tristeza, creo que mi papá hasta hacia lo imposible porque sobrevivieran, pero no se lograba.
No sé a qué se deba, pero estos recuerdos son de los más presentes que tengo y siguen, aunque los años pasen, como si en estos instantes estuviera llegando de mi escuela.
Espero que este escrito te haya revivido todos tus recuerdos…
¡Es esa la intención!