En política, y para los políticos, nada se acaba, hasta que se acaba, o se lo acaban, de ahí que los partidos de oposición de este momento que están en franca extinción, todavía tengan aspirantes a dirigirlos.
Quizás el mejor de los ejemplos sea el Partido Revolucionario Institucional, en donde su líder nacional pretende eternizarse. Se podría pensar que hasta el último cheque de las prerrogativas.
Por ello no causa sorpresa lo que sucede en el Partido Acción Nacional de Tamaulipas, en donde este año tendrán relevo en la dirigencia estatal; tres grupos están en pugna por dirigir lo que queda del PAN en la entidad.
A decir de quienes están cerca del panismo, la disputa está entre los “cabecistas”, los “trukos” y los “chuchos”, y todos ellos están convencidos que representan la mejor opción para el PAN tamaulipeco, prometiendo lo que haya necesidad, pero, sobre todo, en el caso de “chuchos” y trukos”, acabar con lo que queda del cabecismo.
Obvio que la propuesta para el panismo tradicional, es buena, vaya, se irían con cualquiera de ellos que logre sacar a los cabecistas del panismo.
Y aunque usted no lo crea, los tres grupos están convencidos que todavía pueden ganar posiciones en la elección del 2027, y están repartiendo candidaturas entre los panistas que creen en sus proyectos.
La confianza es tal, que ya hay nombres para pelear la alcaldía victorense y las dos diputaciones por la Capital tamaulipeca, amén de otras presidencias municipales.
De tal suerte que los casi candidatos ya trabajan en favor de sus futuros dirigentes, quienes no han “sacado la cabeza” pero se infiere quiénes son.
Se pudiera pensar que son muy inocentes o le juegan a ello, pero la verdad es que el desgaste que tiene el PAN en Tamaulipas en este momento, y que por supuesto se lo deben al cabecismo, no les alcanza para ganar ninguna posición, y eso que hay lugares como Victoria o Reynosa, donde el trabajo de los alcaldes ha sido nulo, sin embargo lo más seguro es que los morenistas ganarán una vez más ante la falta, no de confianza en los partidos de oposición, sino de liderazgos naturales, de cuadros con credibilidad y honor.
En pocas palabras, el que llegue finalmente al PAN estatal de Tamaulipas, solo será para cobrar las prerrogativas y hacer negocios al amparo de las siglas, que, como el PRI, aún pueden regentear.