noviembre 22, 2024
Publicidad
Rogelio Rodríguez Mendoza

En el combate al delito no se vale pichicatear

marzo 7, 2024 | 208 vistas

Sin darle claridad al tema, porque habló entre líneas, el secretario de Seguridad Pública del Estado, (SSP), Sergio Hernando Chávez García, anunció, el pasado lunes, al comparecer ante el Pleno del Congreso del Estado, la posibilidad de que la actual administración estatal “reviva” las Policías Preventivas Municipales.

Chávez admitió la necesidad de crear una policía de proximidad que prevenga y atienda los delitos del orden común, y dijo que ya se está trabajando en ello. Presumió, incluso, que Reynosa está convertido en un municipio laboratorio porque ya está construyendo su propia corporación.

La realidad es que se trata de una urgencia traer de regreso las corporaciones municipales, que fueron desaparecidas hace poco más de 10 años cuando al gobierno federal se le ocurrió aquella idea del mando único policial, que terminó siendo un total fracaso.

Es urgente porque durante la última década los gobiernos, (el federal, estatal y los municipales), han enfocado y concentrado sus políticas de seguridad pública a combatir a la delincuencia organizada, a los grupos criminales que son los generadores de la violencia sanguinaria que envuelve a la mayor parte del país, pero han abandonado por completo el combate a la delincuencia del fuero común.

Desde que desaparecieron las Policías Preventivas Municipales ya no hubo quien hiciera prevención del delito ni quien combatiera a la delincuencia doméstica, esa que saquea los domicilios, que pega “cristalazos” a los vehículos en la vía pública, o que asalta a los transeúntes o los comercios.

Tampoco hubo quien atendiera con prontitud la violencia familiar, evitando en muchas ocasiones que los dramas hogareños terminaran en feminicidio, y por supuesto se desatendió por completo el “narcomenudeo”, que tanto daña a los jóvenes.

Por eso la urgencia de que regresen las Policías Municipales.

Es cierto, como dice Chávez, reconstruir esas corporaciones requerirá de un gran gasto, sobre todo para los municipios, pero los gobiernos no pueden andar regateando, o “pichicateando”, los recursos, cuando se trata de atender uno de los principales agobios de los tamaulipecos (y de los mexicanos en general), como es el combate a los delitos.

Ojalá que el secretario Chávez haya dicho la verdad a los diputados y que, a la vuelta de dos o tres años veamos nuevamente a las Policías Preventivas patrullar las colonias y fraccionamientos, y sacando de las calles a los ladrones, a los violentadores de mujeres, y a los vendedores de droga que envenenan impunemente a los niños y adolescentes.

 

EL RESTO

“JOYITA”.- No tiene desperdicio la “joya” de declaración que hizo, esta semana, el delegado de los programas para el Bienestar, Luis Lauro Reyes Rodríguez, con la cual trató de justificar la falta de dinero en los cajeros de los Bancos del Bienestar y que está provocando el enojo de los beneficiarios.

Dice Don Lauro que la culpa de la situación es de los mismos beneficiarios, porque cuando les llegan los apoyos federales sacan todo su dinero del cajero, en lugar de hacerlo gradualmente.

“En lugar de irlo sacando (el dinero) poco a poco, lo retiran todo”, se queja.

¿Es en serio, Don Lauro? La verdad cuando uno lee ese tipo de razonamientos no sabe si reír o llorar.

LA LINEA DEL SNTE.- Aunque el secretario general de la sección 30 del SNTE, Arnulfo Rodríguez Treviño, insista en público que no hay diferencias con el gobierno del estado, hacia dentro de la organización sindical tienen otros datos.

Nos dicen que sigue vivo el resentimiento de quienes encabezan la organización sindical por aquella derrota con el paro magisterial, por lo que la elección del 2 de junio será la ocasión propicia para cobrar la factura al morenismo.

ASI ANDAN LAS COSAS.

[email protected]

Comentarios

MÁs Columnas

Más del Autor

Reynosa, la disputa

Por Rogelio Rodríguez Mendoza

Peligros del poder absoluto

Por Rogelio Rodríguez Mendoza

Inutilidad notoria

Por Rogelio Rodríguez Mendoza