TAMBIÉN EN EDUCACIÓN.- A propósito del trafique de plazas del IMSS a través de la organización sindical, en el ámbito educativo, “no cantan mal las rancheras”.
Y es que, a pesar de los “candados” que se pusieron, desde hace ya algunos años, a la ley de educación, para que todo nuevo espacio laboral sea asignado a través de concurso, nos dicen que todavía se siguen presentando prácticas del pasado en que las plazas se heredaban o se vendían al mejor postor.
“Todavía se puede (comprar una plaza). Todo es cuestión de que estén de acuerdo las partes, en este caso el sindicato, (SNTE), la parte patronal, o lo que es lo mismo la Secretaría de Educación, y obviamente el interesado” explica un veterano maestro que reaccionó al tema denunciado sobre la venta de plazas del IMSS.
Lamentable que el trafique sigua vigente porque, por lo general, los espacios laborales se terminan entregando a personas que no tienen vocación de docente, pero les sobran recursos económicos para pagar por ellos.
Con el añadido de que, las consecuencias las enfrentan los alumnos que caen en manos de esos que compraron sus plazas.
Ojalá y que la nueva administración federal, y la estatal, blinden todavía más la ley para desterrar por completo esos vicios que tanto dañan el sistema de enseñanza-aprendizaje.
VICIOS POR ERRADICAR.- Por cierto, uno de los grandes y graves males del sistema de educación pública, es la falta de control disciplinario sobre los docentes.
Amparados en sus derechos sindicales y laborales, las ausencias de los maestros son recurrentes, lo que termina repercutiendo en la calidad de la educación que imparten las instituciones.
A la par de ello, hay otra situación arraigada muy dañina, como es el hecho de que se asignen materias a maestros que no las dominan.
Son, por ejemplo, bastante frecuentes las historias de profesores de inglés que no hablan el idioma, o maestros que tienen formación de matemáticos y los ponen a dar español o biología.
Este tipo de situaciones ocurren principalmente en escuelas de educación media superior, sobre todo en los llamados Cbtis, lo que hace todavía más grave el problema porque los alumnos llegan con un pésimo nivel a las universidades.
Esperemos que, en el proyecto de reforma al sistema de educación nacional, también se estén contemplando medidas para erradicar esas y otras prácticas que siguen arraigadas.
Es urgente.
PRIVILEGIOS DEL PODER.- El extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica (UIFE), de Tamaulipas, Raúl Hernández Chavarría, está padeciendo la frialdad y el desdén al que se enfrentan los funcionarios públicos cuando dejan su investidura.
En el personaje en cuestión el hecho es más notorio, por el protagonismo que asumía cuando encabezaba la UIFE y en consecuencia estaba bastante cerca de las jerarquías del poder estatal.
Cada mañana, Don Raúl acostumbraba a llegar a un restaurante de la periferia de la ciudad, a bordo de una lujosa Suburban negra, acompañado siempre de su chofer y una guapa y elegante dama.
Otras dos camionetas, con media docena de escoltas, lo custodiaban en todo momento. Mientras almorzaba, dos de los guardias se colocaban a la distancia en otra mesa, para vigilarlo a la distancia.
Ahora, fuera de la UIFE, Hernández Chavarría sigue asistiendo al mismo restaurante, pero solo, ya sin guardias ni acompañante en la mesa. Sin investidura nunca será lo mismo. Se le acabaron los privilegios que se costeaban con dinero del erario público.
ASÍ ANDAN LAS COSAS.