Claudia Vázquez
“Sobre aviso, no hay engaño”, reza un adagio popular, y este sin lugar a dudas deberían adoptarlo funcionarios y empleados de los organismos autónomos que están a punto de desaparecer por determinación del ejecutivo federal, y que por obvias razones algunos de ellos quedarán desempleados.
La iniciativa de decreto que pretende acabar con siete organismos antes llamados autónomos, que son: la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece); El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
También, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI); La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH); La Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), forma parte de la veintena de reformas que serán llevadas a pleno entre los meses de septiembre a diciembre de este mismo año.
El argumento para acabar con estas dependencias, es el alto costo de su operación y los pocos resultados, con el agregado de que, las economías serán direccionadas al Fondo de Pensiones para el Bienestar, que se forme en términos de la legislación aplicable.
Y aunque se ponga en tela de duda el futuro de la base trabajadora de estos entes públicos, aseguran que se protegerán sus derechos en apego a ley, y quienes lo merezcan, serán integrados a las dependencias a las cuales se sumen las funciones que estas desempeñaban.
En pocas palabras, solo será cuestión de tiempo para que finalmente se cumpla la advertencia de desintegración de estos organismos, y guste o no, una vez más el poder se impondrá sobre cualquier razonamiento. o, sea que se puede decir… Consummatum, Est.