Causa alarma no solo el aumento en el número de accidentes viales que se presentan a toda hora del día sobre el asfalto, sino también lo aparatoso que son cada día.
La distracción al conducir ha jugado un papel primordial como detonante de la tragedia, sobrepasando las estadísticas de accidentes al conducir bajo los influjos del alcohol.
Cabe destacar que el uso de celulares mientras se conduce es una combinación fatal, debido a que afecta tu sentido de coordinación y respuesta mientras conduces incluso de visibilidad, pues existen personas que pierden totalmente la concentración fijando la vista una y exclusivamente en las pantallas de sus dispositivos móviles mientras manejan su auto.
Si bien es cierto que debe haber sanciones más severas para regular todo este tipo de pésimos hábitos, no podemos responsabilizar a las autoridades por la imprudencia y mal juicio de los conductores.
Está a la orden del día vehículos en pérdida total y familias completas que pierden la vida a causa de los accidentes viales.
Personas que fallecen tras salir proyectadas o ser arrolladas junto a sus hijos al viajar en motocicleta sin las debidas normas de seguridad.
Claro está que es un tema de todos y debemos hacer consciencia de la forma en que manejamos y los descuidos en los que incurrimos por ir de prisas o manipulando algún dispositivo incluso bajo los efectos del alcohol y otros estupefacientes.
La mala iluminación, las pésimas condiciones de la carpeta asfáltica, los semáforos inservibles y la falta de buenos señalamientos viales abonan a que conducir sea un riesgo cada vez más mayor.
El material de fabricación de muchos nuevos vehículos es demasiado frágil a la hora de un impacto, en comparación con el material de vehículos de modelos más antiguos, y dejan mucho que desear en el tema de la resistencia de sus partes, pese a que son regulados por normas de calidad y funcionalidad.
El mal estado en que se use el vehículo mecánicamente hablando sea por motivos de descuido, desidia o económicos hacen todo un coctel que invita a la muerte a rondar.
Extreme precauciones al conducir, seamos responsables de nuestra propia vida la de nuestros acompañantes y la de terceros que forman parte del universo de conductores en el día a día.
Un gusto como siempre compartir esta columna hasta la próxima entrega, ¡saludos cordiales desde El AVERNO POLÍTICO!