septiembre 7, 2024
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Ma. Teresa Medina Marroquín

Enemigos del Gobierno de Tamaulipas

agosto 3, 2023 | 393 vistas

Iniciando el presente mes de agosto trascendió que el gobernador Américo Villarreal Anaya comenzaría una evaluación de su gabinete, a diez meses de haber tomado las riendas de la entidad.

Al margen de que es impresionante cómo el tiempo transcurre inclemente y de que su administración heredó un gobierno en circunstancias verdaderamente críticas, una historia angustiante que ya todo mundo conoce en Tamaulipas, sobresale la importancia que el mandatario enfoca a la evaluación de sus funcionarios de primer nivel.

Podría decirse que algunos de estos colaboradores han agotado su permanencia en el aparato de poder, porque la recomendación con la que llegaron no tuvo mayores alcances.

Y digo que “podría decirse” porque en política no es de extrañarse que tales cosas sucedan.

Sin embargo, aquí no se afirma que ese tipo de “recomendaciones” hayan ocurrido, por lo que de suscitarse cambios en el gabinete se darían por los grises resultados no coincidentes con los estándares previstos de calidad y desempeño de los secretarios, lo que sería acompañado posteriormente por la salida de subsecretarios y directores generales.

Esa sacudida al árbol del Gobierno estatal que algunos juzgan de inminente, es un movimiento normal que lucha frente a la adversidad, repito, de haber heredado un gobierno panista rebasado por la corrupción y la soberbia, cuya caída libre, provocada por la enfermedad mental de enriquecerse a costillas del presupuesto propiedad de las y los tamaulipecos, anuncia que la base construida en diez meses está ahora tan sólida que es capaz de soportar el despegue de las grandes decisiones que Américo Villarreal tiene que tomar en breve.

 

AVES DE PASO Y TESTIGOS PROTEGIDOS

Una de ellas es el tema de la justicia cada vez más postergada desde la Fiscalía General de Justicia y el Poder Judicial a cargo de Irving Barrios Mojica y David Cerda Zúñiga, respectivamente.

Igual que ocurre en la Auditoría Superior del Estado donde Jorge Espino Ascanio está determinado a atajar (a la brava) toda fiscalización, porque sabe perfectamente que esta se convertirá en un abanico impresionante de carpetas penales de investigación.

¿No les causará temor a estos funcionarios, que tarde o temprano sus complicidades e irracionales decisiones de proteger a un pasado que cruzó a la historia en la forma más vergonzosa, los lleven a la cárcel?

Y el tema no es cómo se verían tras las rejas Irving Barrios Mojica o Jorge Espino Ascanio, pues no son personajes que usted diga sean dignos de llamar la atención mediática por buen tiempo.

El tema es la cantidad (oiga usted) de ciudadanos e instituciones que naufragaron en las turbulentas y pestilentes aguas de la “justicia” que según esto se “imparte” en Tamaulipas, al extremo de que muchas de las decisiones asumidas por estos presuntos impulsores de la justicia y de las auditorías, se atreven a desafiar al mismísimo Gobernador del Estado.

Y claro que estos individuos impuestos por el pasado panista no ignoran que sus funciones son la de desarrollar una admirable interdependencia que impida la corrupción, el saqueo y la impunidad.

Saben perfectamente bien, además, que las oportunidades de tipo electoral que se vienen en 2024 serán para la oposición, de la que son miembros, casi nulas, aunque griten lo contrario.

¿En qué demonios fincan sus esperanzas de continuar atajando la realidad de la enorme corrupción encontrada por el gobierno de Américo Villarreal? ¿En mensajes de negociación que los hagan testigos protegidos?

Se dice que lo único cierto es que poco a poco están siendo rodeados por la presión gubernamental y el clamor ciudadano que observa cómo la transparencia y rendición de cuentas van que van, nadie las detendrá, y el odio de los damnificados por la injusticia de pronto les caerá encima.

Allá estos sujetos y sus desfiguros que dan la impresión de “ignorar” el nuevo orden basado en el cambio democrático que enarbola los grandes propósitos nacionales, entre ellos el reclamo social y el hartazgo de tener en el poder a gente que de pronto se sintieron dueños del poder y de los recursos del pueblo, pues fue (y es) tanta su intoxicación que olvidaron que eran simples aves de paso.

¡Feliz fin de semana!

@columnaorbe, columnaorbe.wordpress.com

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