Mauricio Zapata
El gobierno de Donald Trump (2017-2021) tuvo un impacto significativo en la relación entre Estados Unidos y México, incluyendo estados fronterizos como Tamaulipas.
Su política estuvo marcada por un enfoque nacionalista y de línea dura en temas migratorios, seguridad fronteriza y comercio, lo que generó tensiones y desafíos para la región.
En términos migratorios, Trump implementó políticas restrictivas como el programa “Remain in Mexico” (MPP), que obligó a miles de migrantes a esperar en ciudades fronterizas mexicanas, incluyendo Tamaulipas, mientras se procesaban sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.
Esto agravó la presión sobre las autoridades locales, incrementó los riesgos de violencia y explotación para los migrantes, y expuso la vulnerabilidad de ciudades como Matamoros y Reynosa, ya afectadas por el crimen organizado.
En cuanto a la seguridad, Trump presionó al gobierno mexicano para actuar con mayor firmeza contra los cárteles, que tienen una fuerte presencia en Tamaulipas. Si bien esto llevó a acciones más coordinadas entre ambos países, la violencia en la región continuó debido a disputas entre grupos y la debilidad de las instituciones.
Además, Trump ya designó a los cárteles como organizaciones terroristas, lo que sigue generando controversia en la diplomacia bilateral.
En el ámbito comercial, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), impulsado durante su administración, aseguró la continuidad del comercio transfronterizo, clave para la economía de Tamaulipas.
Sin embargo, las tensiones derivadas de políticas proteccionistas y arancelarias afectaron la dinámica industrial en esta región.
En resumen, el gobierno de Trump generó efectos ambivalentes en Tamaulipas: fortaleció la cooperación en seguridad y comercio, pero también expuso la fragilidad de la región frente a retos migratorios y de violencia, dejando un panorama complejo que sigue marcando la relación bilateral.
Bajo ese esquema, es necesario entender cómo es Trump, cómo le fue a Tamaulipas durante su mandato, y de qué manera lo sobrellevó.
¿Qué le depara, entonces, a esta entidad en los siguientes cuatro años?
Nada está escrito.
EN CINCO PALABRAS.- No hay que subestimar nada.
PUNTO FINAL.- “No hay mal que dure un cuatrienio”: Cirilo Stofenmacher.
@Mauri_Zapata
