Durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto fue duramente cuestionado por la sociedad, sobre todo en redes sociales. Todas de las críticas muy bien ganadas.
Cometió torpezas y todos nos dimos cuenta.
El error fue no tener una estrategia de contención para evitar ser tratado tan mal durante todo su sexenio. Incluso, desde que era candidato.
No hubo quién lo defendiera, teniendo o no la culpa. Y esa es la gran diferencia que hay entre él y el actual presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hay una extraordinaria labor en su gobierno en materia de imagen. No lo dejan ni lo sueltan.
Y no solo su equipo de trabajo, que para eso está, sino sus seguidores, aplaudidores, patiños y fanáticos. Y vaya que han tenido chamba. Ese es su éxito.
Lo que, en redes, los opositores llaman “maromas”, los suyos no decaen, no se desilusionan y siguen en pie de lucha, no importa que ellos solitos se desmientan o no haya congruencia entre su defensa.
Si hoy el Presidente dice que el cielo es rojo y están mal aquellos que dicen que es azul, ellos luego, luego le siguen el juego, sacan sus conclusiones, atacan a quien diga que el cielo es verde y sacan infinidad de memes para exhibir a los que aseguren que es azul.
Tienen a sus “intelectuales” de cabecera que se inventan argumentos hasta científicos que expliquen que, efectivamente, el cielo es rojo.
Pero si dos días después el mismo López Obrador aclara que, efectivamente, el cielo es azul, que él no se equivocó, sino que sacaron de contexto su discurso, entonces sus defensores salen a aclarar que el cielo es azul, que AMLO nunca había dicho que era rojo, sino que los conservadores lo malinterpretaron. Sacan memes de que Calderón es corrupto, y hasta inventan cualquier cosa para desprestigiarlo.
Además, salen otra vez los “intelectuales” a aclarar científicamente las palabras del Presidente y hacen viral alguna foto de éste con el pueblo, diciendo que es el mejor gobernante del mundo entero.
Y de esa forman mantienen intacta la imagen de Andrés Manuel.
Y eso no tuvo Peña Nieto. Cuando cometía una torpeza, sus defensores creían que calladitos se veían más bonitos y fue así como nunca se pudo componer su imagen.
Esa es la diferencia. Por eso, los niveles de aprobación de López Obrador siguen estando muy altos. Sólo por eso.
EN CINCO PALABRAS.- Ya solo quedan seis meses.
PUNTO FINAL.- “Creen que por ser mayoría, son dueños de la razón”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata