“El sabio siempre puede cambiar de opinión”, reza un proverbio bíblico al que podría, o debería, recurrir la autoridad estatal frente al conflicto que ha generado su decisión de concesionar la rehabilitación y mantenimiento de los 37 kilómetros de la carretera Rumbo Nuevo, lo que implicará el cobro de una cuota a los usuarios.
Como lo hemos expresado en este mismo espacio, en lo personal me parece una buena idea del gobierno de, Américo Villarreal Anaya, cederle a una empresa privada la responsabilidad del mantenimiento de esa carretera, sobre todo porque dará mayor seguridad a quienes la transitan y permitirá que la administración estatal atienda otras necesidades sociales.
Sin embargo, frente a las reacciones sociales que ha generado el proyecto, parecería que las condiciones están dadas para hacer una nueva evaluación y decidir la conveniencia de aplazar o cancelar la obra.
Porque no se trata solamente de los reclamos de los habitantes de cinco ejidos, que condicionan su aval a la obra al pago de una indemnización por el uso de tierras para el derecho de vía. Durante seis días han bloqueado la carretera como medida de presión al gobierno y amenazan con extender las protestas.
El conflicto con los ejidatarios podría subsanarse con el pago de alrededor de ocho millones de pesos, pero el gobierno tendrá todavía que enfrentar un nuevo obstáculo mucho más complicado de salvar, que es el de la “lluvia” de amparos que seguramente se generará tan pronto comience a aplicarse el cobro por el uso de la carretera.
Según peritos en Derecho, las posibilidades de que el gobierno pierda los amparos son demasiadas, por factores de índole jurídico que podrían llevar a los jueces a ladear la balanza de la justicia hacia los quejosos.
Es ante ese panorama que cabría la posibilidad de que la autoridad estatal haga una ponderación de la conveniencia de suspender, temporal o definitivamente, la obra. Sobre todo, porque, como se dijo al principio, “es de sabios cambiar de opinión”.
EL RESTO
PLAN “B” CABECISTA.- Ante la grande posibilidad de que el INE le niegue el registro como candidato a diputado federal, el exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, ya delinea un plan “B” que pueda allanarle el camino hacia la cámara baja del Congreso de la Unión.
El plan es sencillo: Si el INE le niega el registro el exmandatario tamaulipeco, acudirá ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para defenderse.
Mientras los magistrados resuelven el recurso, y dando por hecho que obtendrá una sentencia a su favor, Cabeza de Vaca necesitará de alguien de confianza para que le cuide su lugar en la lista pluri, y para ello nadie mejor que su hermano.
Así, ya con sus derechos a salvo, Ismael se “bajaría” de la contienda para dejarle el lugar a su hermano. Al menos eso es lo que se dice hacia el interior del grupo cabecista.
Por lo pronto, este martes reciente, Ismael solicitó licencia como Senador, con efectos a partir del uno de marzo.
DESBANDADA.- Por cierto, en el Congreso del Estado comenzó la desbandada de diputados locales que van tras una candidatura.
Este jueves deja su curul, Marco Antonio Gallegos Galván, quien intenta convertirse en candidato de Morena a la alcaldía de Reynosa, mientras que el 16 de marzo lo hará José Braña Mojica, el sobrino del presidente, Andrés Manuel López Obrador, y quien será candidato a una diputación federal.
Seguramente en las siguientes horas, el Pleno legislativo tendrá que llamar a muchos muchos suplentes para ocupar las curules que quedarán vacías.
ASI ANDAN LAS COSAS.