Rogelio Rodríguez Mendoza
“Tamaulipas tiene el tribunal que merece”, afirmó, con presunción, el magistrado del Tribunal Electoral de Tamaulipas (Trieltam), René Osiris Sánchez Rivas, en una entrevista con el periodista, Enrique Jonguitud.
Frente a tamaña afirmación, uno se siente obligado a preguntarse: ¿Es en serio?
“Estamos contentos de darle a Tamaulipas el tribunal que merece. Cuando nos toque partir, dejaremos criterios importantes para las siguientes integraciones”, siguió el juzgador electoral.
Y fue mucho más allá al afirmar que, el Trieltam, “tiene mucha credibilidad entre los ciudadanos”.
La verdad, ojalá que Sánchez Rivas tuviera razón en lo que presume, pero la realidad de las cosas es que, el Tribunal Electoral de Tamaulipas vive su peor época.
Los pleitos personales entre sus integrantes, los cuatro años que lleva sesionando en lo oscurito, vía internet, sin ninguna justificación legal, y, sobre todo, los escándalos de su presidente, Edgar Danés Rojas, quien sobrevivió a un intento de asesinato y enfrenta un proceso de desafuero al ser acusado de delitos sexuales, colocan al Trieltam muy lejos del concepto en que lo tiene Sánchez Rivas.
Son tantos los escándalos mediáticos de los que ha sido protagonista el Tribunal, que dudo mucho que haya tamaulipecos que se sientan contentos u orgullosos de su desempeño.
Igual dudo que el Trieltam sea el que merecemos quienes tenemos la fortuna de habitar en Tamaulipas, y difícilmente alguien me convencerá de que tiene “mucha credibilidad” como sostiene Sánchez Rivas.
Lo que si queda claro es que la visión que tienen los actuales magistrados electorales dista mucho de la que tenemos los ciudadanos. Ojalá y se sentaran a hacer un ejercicio de autoreflexión que los lleve a enderezar el rumbo.
No tengo duda de la capacidad que como peritos en derecho electoral tienen los cinco magistrados y magistradas, pero desafortunadamente se han dedicado a todo, menos a aplicar esa experiencia y conocimientos en la resolución de los asuntos que llegan a su mano.
EL RESTO
Las ocurrencias comenzaron a llegar a la tribuna del Congreso del Estado en la 66 Legislatura.
Durante la sesión ordinaria de este martes, fueron presentadas dos “joyas”, ambas de integrantes de la bancada del PT.
Sin embargo, con mucho, quien se llevó el día fue, Elvia Eguía Castillo, quien no tuvo reparo para desvivirse en halagos para el expresidente, Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó, “como el mejor presidente que ha tenido México en las últimas cinco décadas”.
La zalamería discursiva de la petista, sirvió para presentar una propuesta de Ley para fortalecer la legalidad y los valores, como si no existiera un marco jurídico en la entidad.
Evidenciando ignorancia cultural, doña Elvia hasta le atribuyó a AMLO la paternidad de algunas frases, como aquella de, “Amor con amor se paga”, que en realidad es del poeta cubano, José Marti.
La otra “joya” de iniciativa fue del diputado, Isidro Vargas Fernández, quien impulsó un exhorto a la Jueza de Distrito, de Veracruz, Nancy Juárez, “para que deje de boicotear la reforma judicial”.
El matamorense arremetió contra la impartidora de justicia, por haber ordenado a la presidenta, Claudia Sheinabum, bajar del Diario Oficial de la Federación, la publicación de la reforma judicial.
¿Alguien cree que el exhorto aprobado vaya a tener algún efecto?
ASÍ ANDAN LAS COSAS.
