Rogelio Rodríguez Mendoza.-
ESPECIALISTAS PATITO.- Ahora que Tamaulipas está en el ojo del huracán por el brote de meningitis en dos clínicas privadas de Matamoros, no estaría mal que los gobiernos le metieran lupa al tema de los especialistas médicos que laboran, tanto en hospitales públicos como privados.
El asunto merece atención urgente porque, ante la grave escasez de especialistas médicos, el anterior gobierno estatal, encabezado por el panista, Francisco García Cabeza de Vaca, optó por implementar un modelo patito de especialización.
De esa forma, a través de diplomados o maestrías, la administración cabecista comenzó a repartir títulos de especialistas a un montón de médicos, con un solo detallito: la certificación que les entregaba solo tiene validez en Tamaulipas.
Son especialistas Onapafa, nos dice un prestigiado médico cardiólogo de Ciudad Victoria. Así los llaman porque los comparan con los autos chocolate, que circulan con placas de cartón que expiden presuntas organizaciones sociales.
Sobra decir que, existe un serio riesgo para los pacientes que se ponen en mano de esos médicos Onapafa , que se dicen especialistas sin serlo, lo que hace obligada la intervención de la Secretaría de Salud.
No vaya a ser que de pronto ese tema vaya a detonar otro escándalo para la entidad.
COMODINOS.- Bastante comodinas se están viendo las instancias gubernamentales responsables del sector agropecuario con su argumento de que, los precios de los granos se rigen por el mercado internacional.
Con ese pretexto, intentan quitarse de encima las protestas de miles de agricultores de Tamaulipas, que reclaman un precio mínimo de garantía para las casi dos millones y medio de toneladas de sorgo y maíz que están por cosecharse en la entidad.
Es cierto el argumento de las autoridades respecto a que el precio de los granos serige por los vaivenes de la bolsa de valores de Chicago, con un único detallito: eso siempre ha sido así.
De hecho, precisamente por esa razón, las administraciones que precedieron al gobierno de la ‘cuatroté’ tenían un programa que se llamaba agricultura por contrato, a través del cual los productores, apoyados por el gobierno, compraban una especie de póliza de seguro, que les permitirá garantizar un precio mínimo para sus cosechas desde el inicio de las siembras.
De esa manera, si llegado el momento de las trillas el precio de la tonelada andaba abajo del precio contratado, ellos como quiera tenían garantizado un precio que les permitía un margen de rentabilidad.
El problema fue que cuando, Andrés Manuel López Obrador, llegó al gobierno, desapareció ese y todos los programas de subsidio, y ocasionó los conflictos que hoy se viven en el campo de Tamaulipas y de otras entidades que destacan por su producción agrícola.
Por eso el reclamo de los agricultores de Tamaulipas, porque saben que, con el precio vigente en el mercado, para el sorgo y maíz, no podrán recuperar ni los costos de producción.
De ahí su exigencia al gobierno de que repare su torpeza, garantizando un precio mínimo de garantía para ambos granos.
QUINTO CAPÍTULO.- Este lunes se desarrollará el quinto capítulo de la telenovela llamada, Un auditor en apuros.
A las 18:00 horas, la Comisión de Vigilancia tiene citado, por quinta ocasión en menos de una semana, al titular de la Auditoría Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio.
Los diputados de Morena intentan obligar al auditor a que les entregue 42 expedientes originales de cuenta pública del ejercicio 2021, del gobierno de Francisco García Cabeza, a lo cual se ha negado reiteradamente.
Los morenistas sospechan que algo ilegal hay escondido en esas cuentas por la premura sospechosa con que fueron aprobadas por la anterior legislatura de mayoría panista, el 30 de junio del 2021, el último día de sesiones ordinarias.
Espino Ascanio ha estado pidiendo un plazo de 15 días para entregar los documentos, pero los diputados guindas exigen que sea, hoy, hoy, hoy
Pareciera que la recurrente negativa del auditor a entregar los expedientes solo es parte de una estrategia para que sus colaboradores le hagan unos arreglitos a los expedientes en disputa.
De hecho, algunos empleados de la Auditoría Superior del Estado nos dicen que desde el martes pasado los tienen trabajando horas extras corrigiendo los documentos.
Por lo pronto, don Jorge ya ganó casi seis días para maquillar los expedientes.
ASÍ ANDAN LAS COSAS.
