diciembre 4, 2024
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Carlos Álvarez

¿Estamos preparados para lo que viene?

agosto 3, 2024 | 182 vistas

El calentamiento global no sólo afecta la temperatura, el clima y el estado de vida de la población, animales y plantas en el mundo, también influye y propicia a nuevas y contagiosas enfermedades.

La escasez de agua en hogares de diversas comunidades y regiones del planeta y la falta de higiene por parte de la ciudadanía en su vida cotidiana agudiza a la sociedad y la hace más vulnerable de adquirir y propagar enfermedades.

Un gran número de enfermedades que padece la humanidad se debe principalmente a la calidad de agua que se consume y al abastecimiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha venido alertando de nuevas amenazas de contagios que ponen en riesgo la salud mundial de la población, mediante el surgimiento de patógenos emergentes con potencial aún más mortal que lo vivido en 2020 y 2021 con el Covid-19.

Antes de la pandemia, la carga de morbilidad atribuida a la falta de agua, saneamiento e higiene equivalía a 1.8 millones de defunciones y la pérdida de cientos de años de vida sana.

La OMS está solicitando a la comunidad internacional preparase ante la posibilidad de que emerjan nuevas pandemias. Debemos de estar conscientes del peligro latente al que estamos sujetos.

Ante ello debemos reflexionar cada uno y cuestionarnos: estamos preparados para enfrentar nuevas pandemias?; los hospitales, centros y unidades médicas están preparados para hacer frente a nuevas pandemias?; México cuenta con recurso médico de calidad para hacer frente y lograr salir bien librados de una nueva pandemia?; las familias sabrán cómo actuar ante nuevas pandemias? Los cuestionamientos son amplios, claros, contundentes y podemos seguir, en resumen estamos preparados?

El Covid-19 aún sigue registrando víctimas mortales en todo el planeta, lamentablemente la población de muchos países, regiones y localidades han bajado la guardia y la sociedad lleva sus vidas  sin pena alguna, como si nada hubiera pasado en el reciente pasado y en el presente actual.

De acuerdo a estadísticas recientes de la Organización Mundial de la Salud,  señala que un descenso en la vacunación contra Covid-19 se continúa registrando en el mundo, con un saldo de aproximadamente mil 500 muertes semanales, debido a que la cobertura de vacunación ha disminuido y la población se ha relajado en las medidas preventivas de contagio.

Los efectos secundarios de vacunas, medicamentos y la desinformación han ocasionado que sean factores de miedo o temor de la ciudadanía, lo que ha venido mermando la continuidad de vacunación contra el Covid-19, lo que hace que haya una alta posibilidad de contagio.

De acuerdo a informe de la Secretaría de Salud a la última semana de junio y la primera semana de julio (del 30 de junio al seis de julio), en ese periodo se registró un aumento del 28 por ciento de casos de Covid-19 en el país. Los estados que reportan la mayor cantidad de casos en 2024 son: Ciudad de México (25.8 por ciento), Querétaro (8.7 por ciento), Estado de México (8.5 por ciento), Nuevo León (6.3 por ciento) y Puebla (4.6 por ciento).

A inicio de julio, la Secretaría de Salud a través del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral (SISVER) confirmó que durante 2024 se han presentado 98 mil 370 casos sospechosos de Covid-19, con ocho mil 075 casos confirmados, lo que representa el 8.2 por ciento del total y 375 decesos, presentando 4.6  por ciento de letalidad hasta el corte de información del día de hoy.

De las 375 defunciones por la COVID-19, las entidades con mayor número de decesos son: Ciudad de México (15.5  por ciento), Puebla (8.8  por ciento), Jalisco (6.7  por ciento), Estado de México (6.1  por ciento) e Hidalgo (5.9  por ciento).

Es critico lo que se está viviendo, actualmente algunos países ya registran diversas bacterias y virus que hacen severos estragos entre la población y están causado cientos de decesos, lo que activa las alarmas de emergencia y preocupación entre los continentes y regiones por el nivel de peligro que ello representa.

En Japón se encuentra una alarma sanitaria por una bacteria denominada “carnívora” estreptococo A, genera síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS).

La bacteria estreptococo una vez alojada en el cuerpo genera síntomas diversos que varían dependiendo de la etapa en la que se detecte, al inicio se presenta fiebre, escalofríos, dolores musculares, náuseas y vómitos, después de 48 horas la persona afectada puede comenzar a desmejorar su estado de salud y a presentar: Hipotensión (presión arterial baja), Insuficiencia orgánica (otros signos de que los órganos no están funcionando), Taquicardia (latidos del corazón más rápidos) o Taquipnea (respiración rápida).

Las autoridades sanitarias de Japón han registrado hasta el dos de junio del año en curso, 977 casos del síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS) y 77 personas han fallecido a causa de esta infección entre enero y marzo.

Por otra parte, el aumento en el número y la propagación de contagios de la viruela símica causados por el virus de la viruela símica (MPVX) va en aumento.

El Departamento Estatal de Servicios de Salud (DSHS) de Texas recomienda a los médicos y a los departamentos de salud pública que tomen medidas para identificar rápidamente los casos.  Por el momento en los Estados Unidos no se han notificado casos causados por el MPXV del clado I, que puede ser más transmisible y causar una infección más grave que los casos del clado II.

La viruela símica se ha vuelto en una enfermedad cada vez más infecciosa y recientemente investigadores encontraron una nueva cepa mutante con potencial endémico que podría extenderse en todo el planeta. La mutación tipo APOBEC3 surgió en el mes de septiembre de 2023 y su transmisión es de persona a persona.

Entre los síntomas se encuentra: Fiebre, dolor de garganta, cabeza y articulaciones, fatiga crónica, erupción cutánea y ganglios linfáticos inflamados.

Las infecciones por hongos como “Candida” y Aspergillus también es un problema de salud pública que preocupa, ya que el número de muertes va en ascenso en todo el mundo, las cepas de Aspergillus fumigatus y Aspergillus flavus son muy letales, causando infecciones pulmonares en personas con sistema inmunológico débil.

La contaminación del aire es otro de los mayores riesgos ambientales que existen para la salud, lo que propicia accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, cánceres de pulmón y neuropatías crónicas y agudas, entre ellas el asma.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente y la del aire doméstico se asocian a 6.7 millones de muertes prematuras cada año.  En 2019 la contaminación del aire provocó 4.2 millones de muertes prematuras en el mundo.

El INEGI a través de las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) destacó que de enero a septiembre de 2023 se registraron de manera preliminar 589,834 defunciones registradas.  La tasa de defunciones registradas por cada cien mil habitantes fue de 456.52, con un decremento de 44.48 con respecto a la del mismo periodo de 2022.

La Unicef indicó que 748 millones de personas en todo el mundo, siguen teniendo serios problemas para acceder al agua y 750 millones de personas, sobre todo, los más vulnerables, siguen privados de este derecho humano fundamental y mil niños mueren todos los días a causa de enfermedades diarreicas asociadas con agua potable contaminada, saneamiento deficiente o malas prácticas de higiene.

Asimismo, la contaminación del agua es propicia a enfermedades como cólera o hepatitis A, lo que podría enfermar a la población por medio del sistema hídrico. Otros virus que hoy en día se mantienen activos son el norovirus, es una enfermedad gastrointestinal común que se transmite fácilmente; el virus de Marburgo, Dengue, fiebre de Lassa y Gripe Aviar A(H5N1).

La OMS indica que la incidencia del cólera ha aumentado en todo el mundo desde 2021 y en 2022 se notificaron a la OMS 473 mil casos, o sea, más del doble de los notificados en 2021.

Los datos preliminares de 2023 revelan nuevos aumentos que se reflejan en los más de 700 mil casos notificados. Algunos de los brotes conllevan altas tasas de letalidad, por encima del umbral del 1 por ciento utilizado como indicador para el tratamiento temprano y adecuado de los pacientes con cólera.

Por ello es importante la instalación de Centros Estatales de Atención, Prevención y Control de Enfermedades que se dediquen a monitorear, atender y prevenir enfermedades, pandemias y garanticen el cuidado de la salud de la población.

Estos espacios pudieran ser autónomos con recursos propios, equipo, mobiliarios, recursos humanos de calidad, con expertos en la salud para garantizar y velar por el bienestar de la población y reducir la mortandad por enfermedades de diversas causas y modalidades.

Con la instalación de estos centros, se permite a las autoridades gubernamentales que trabajen de manera coordinada los tres órdenes de gobierno, universidades, centros de investigación, colegios y consejos de especialización médica, en la planeación, investigación, capacidad en materia de detección temprana y respuesta, el mejoramiento de la detección de enfermedades, oportuno acceso al tratamiento y la atención y la colaboración estrecha con la iniciativa privada, universidad, colegios médicos y toda la sociedad para la atención y comunicación de riesgos y la participación comunitaria.

Con ello se prepara al sector salud para saber cómo responder a nuevas emergencias médicas, pandemias y enfermedades, a utilizar todos los recursos disponibles a su cargo para el acceso oportuno, adecuado y eficiente posible a los recursos y productos médicos que permita a las autoridades,  estar preparados y responder a contingencias sanitarias.

La gripe es un patógeno presente y latente, con más probabilidades de desencadenar una nueva pandemia en un futuro próximo inmediato.

Así las cosas…

Y Usted, ¿qué Opina?

Nos vemos a la próxima.

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