Por cuestiones personales y familiares me tocó en suerte estar en Tampico los días de asueto, del jueves santo al domingo de resurrección.
Aunque para los habitantes del sur del estado es completamente normal que durante estos días el movimiento de personas se incremente exponencialmente, es inevitable no sorprenderse con el crecimiento que registran los municipios conurbados en materia de turismo.
Acceder a la playa Miramar los días feriados era una misión casi imposible después de las diez de la mañana.
Hasta hace unos años, el gasto en vacaciones de Semana Santa lo hacían los vecinos regios, quienes llegaban desde el miércoles y se quedaban hasta el domingo de resurrección.
Este año, me sorprendió ver que el turismo extranjero aumentó considerablemente, principalmente gring@s jóvenes.
Pero no solo en la playa Miramar. Los puntos turísticos como la Laguna del Carpintero, el centro histórico de Tampico, el mercado de mariscos de La Puntilla, el parque Fray Andrés de Olmos, la laguna de Champayán y la playa Tesoro de Altamira lucieron repletos.
En general los servicios que ofrecen los hoteleros y restaurantes son de primer nivel y la gran cantidad de opciones hacen que la estancia en la zona sur sea una muy buena experiencia.
No sé si realmente fueron más de dos millones de personas las que visitaron Tamaulipas, pero me queda claro que la industria sin chimeneas está creciendo en la entidad.
FRANCISCO
Este lunes despertamos con la triste noticia de la sorpresiva muerte del Papa Francisco, quien finalmente perdió la batalla contra los males que le afectaban.
Desde luego fue la nota del día y seguramente alcanzará una cobertura muy amplia durante los siguientes días hasta conocer al nuevo Pontífice.
De Francisco me quedo con su congruencia. Defendió sus ideas reformadoras y fue contra un sistema católico ultraconservador al permitir que parejas del mismo sexo recibieran la bendición durante la liturgia.
El Papa entendía perfectamente el gran problema de la Iglesia Católica. Sus reglas, rígidas y a veces incongruentes, estaban alejando a la gente.
Hoy, sin duda, el mundo pierde a un buen ser humano, humilde y congruente entre el decir y el hacer. Por cierto, antes de morir reformó las leyes del Vaticano para evitar que su funeral fuera un culto a la personalidad, cero lujos.
EL PERSONAJE
La aceptación que consiguió el alcalde Armando Martínez Manríquez en sus primeros dos años de gobierno está en franco peligro tras conocerse los detalles de las observaciones que le hizo la Auditoría Superior del Estado.
De acuerdo con la información pública, Armando Martínez no pudo justificar diferentes gastos que en suma rondan los 500 millones de pesos.
No se trata de un monto menor y según expertos en temas de auditoría fiscal, será muy difícil que el Alcalde de Altamira pueda solventar las observaciones sin tener que falsear información.
El tiempo se acaba y el panorama se complica para Armando y al menos otros dos alcaldes, cuyas cuantas son un verdadero desastre.
POSDATA
El Auditor ya le puso el cascabel al gato ¿Lograrán atraparlo los diputados o la Fiscalía Anticorrupción?
Saludos!
Oscar Pineda Tapia
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