Rogelio Rodríguez Mendoza
Siete de las últimas diez recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, (CNDH), tienen un solo destinatario: el IMSS.
La cifra no es casual ni circunstancial, porque ese 70 por ciento de recomendaciones dirigidas al principal prestador de seguridad social en el país ha sido el mismo promedio de los últimos años.
Desde luego que se trata de una cifra de mucha gravedad, pero más grave que eso resulta el hecho de que, prácticamente todas las recomendaciones son derivadas de negligencias médicas que, en su mayoría, provocaron la muerte de un paciente.
O sea, se trata de negligencias fatales.
¿Cuántas personas habrán muerto por descuido o ignorancia del personal médico del IMSS?
Parte de la respuesta la debe tener la misma CNDH quien seguramente lleva una contabilización de víctimas fatales. Deben sumar cientos o miles.
Sin embargo, la cifra real debe ser mayor a la que puede ofrecernos la comisión, porque habrá una gran cantidad de fallecimientos por descuidos médicos que no se denuncian.
Y es que, igual que sucede con las agencias del Ministerio Público, hay un gran sector de la sociedad que considera una pérdida de tiempo el presentar una queja ante el organismo defensor de los derechos humanos.
Derivado de todo ello, hay un hecho que llama particularmente la atención de este reportero: ¿porque con tantas recomendaciones de violaciones a derechos humanos recibidas, la situación en el IMSS sigue siendo la misma?
Razones o respuestas podrá haber muchas, pero lo que sí está claro es que una de las causas es el completo desinterés de las autoridades competentes para remediar la situación.
El sentido común diría que, desde hace muchos años el IMSS debió haber activado algún mecanismo interno para supervisar y evaluar a todo su personal, y sobre todo garantizar que la atención que recibe la derechohabiencia cumpla con un mínimo de calidad.
Pero no ha sido así, y la evidencia contundente de esa ausencia de medidas de contención a tanta negligencia, lo es la recurrencia de las recomendaciones que emite la CNDH en contra del personal del IMSS.
Otro hecho que podría abonar a contener tanto descuido fatal, es que los responsables no solamente fueran sancionados con recomendaciones de la CNDH o por la vía administrativa, sino que también fueran procesados penalmente.
El día en que los médicos que incurran en negligencia sean procesados por la vía penal, le garantizo que la calidad del servicio médico del IMSS mejorará radicalmente.
La pregunta es: ¿Lo harán? La verdad, lo dudo mucho.
Por lo demás, ojalá que alguna de las tantas organizaciones no gubernamentales que operan en el país, se dieran a la tarea de orientar y encauzar por ese camino a las víctimas, ya sea directas o indirectas, para que formalicen denuncias penales.
Esa puede ser una alternativa más viable para mejorar la calidad de la atención médica que presta el IMSS, y de paso para evitar la pérdida de más vidas inocentes.
EL RESTO
“SIEMPRE HE QUERIDO”.- El presidente de la Diputación Permanente y uno de los diputados morenistas que repetirán en la 66 legislatura, Humberto Prieto Herrera, admitió abiertamente su interés de presidir la Junta de Gobierno a partir del uno de octubre.
“Siempre he estado en la disposición de serlo. No es ningún secreto”, dijo ayer el reynosense a los reporteros que le preguntaron al respecto.
Prieto sostiene que son los mismos diputados de Morena los que decidirán acerca de quién será su coordinador de bancada y en consecuencia el presidente de la Junta de Gobierno, lo cual sabe que no es cierto.
Como quiera que sea, el muchacho ya levantó la mano y, la verdad, es uno de los que merecen la oportunidad. ¿Se la darán?
ASÍ ANDAN LAS COSAS.