Rogelio Rodríguez Mendoza
La disputa de la Auditoría Superior del Estado (ASE), entre las bancadas del PAN y Morena en el Congreso del Estado, tiene un final incierto.
¿Logrará el PAN que el actual Auditor Superior, Jorge Espino Ascanio, o uno de los auditores especiales, que también son suyos, se quede al frente de la ASE, o será Morena quien al final pueda dejar al mando a uno de sus afines?
Analicemos el asunto: Al actual titular de la Auditoría Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio, se le vence su periodo de ejercicio el 8 de febrero próximo.
Tiene derecho a ser ratificado por un segundo periodo de ocho años, pero para eso tendría que recibir el aval de las dos terceras partes de los diputados integrantes del Pleno legislativo, que en número suman 24, los cuales no tienen ni el PAN ni Morena, aun con el apoyo de sus respectivos aliados.
A eso hay que añadirle que la propuesta de ratificación tendría que venir de la Junta de Gobierno, lo cual nunca va a suceder porque está presidida por la morenista, Úrsula Patricia Salazar Mojica, y es precisamente el partido guinda quien quiere deshacerse del ingeniero mecánico, por ser un evidente aliado del exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, quien fue el que lo llevó al cargo.
Entonces, ante un supuesto en el que Ascanio no sea ratificado, la ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas, y la Ley Interna del Congreso del Estado, prevén que la misma Junta de Gobierno debe proponer al candidato para el cargo, y ahí es donde se entrampa el tema porque, como ya se dijo, a Morena no le alcanzan los 24 votos para sacar adelante su propuesta.
Previendo ese escenario fue que, en diciembre pasado, Morena y sus aliados impulsaron reformas de ley para establecer que, en caso de que no hubiera consenso en la designación del nuevo Auditor Superior, la Junta de Gobierno designara a un interino, con las misma facultades y obligaciones que aquel, hasta en tanto haya condiciones para elegir al titular.
El pasado 15 de diciembre, durante la última asamblea ordinaria del anterior periodo de sesiones, Morena hizo uso de su mayoría para intentar una jugada legislativa que le permitiera designar a Francisco Noriega Orozco, como Auditor interino, amparándose precisamente en las reformas previamente aprobadas.
Para generar esa hipótesis de que fuera la Junta de Gobierno quien designara a un interino, simularon la propuesta como Auditor titular de la ASE, de Oscar Meléndez, un joven empleado del mismo Congreso.
Tan fue una simulación que la misma bancada guinda votó en contra de su propuesta, porque al final de cuentas lo que buscaba era, como dicen los abogados, colocarse en la situación prevista en la ley, de que al no alcanzarse el consenso para respaldar el nombramiento entonces la Junta de Gobierno quedara en posibilidades de designar a Noriega, como sucedió ese mismo día.
Como era de esperarse, Espino promovió un juicio de amparo en contra de los decretos legislativos que concluyeron con la designación de Noriega Orozco como Auditor interino, y derivado de ello el pasado 21 de diciembre la titular del Juzgado Décimo Primero de Distrito, Rosa María Cortés, le otorgó la suspensión provisional, cuyo efecto principal fue anular temporalmente el acto legislativo hasta que resolviera el fondo del asunto.
Sin embargo, este jueves, al resolver un recurso de queja del Congreso del Estado, el segundo tribunal colegiado del décimo noveno circuito, con sede en Victoria, revocó la suspensión otorgada por la Juez.
El fallo es un revés para Espino Ascanio, aunque eso no significa que este derrotado por completo porque habrá que esperar a que la Juez resuelva en definitiva el fondo del amparo. Además de la anulación definitiva del nombramiento de Noriega, el Auditor Superior pretende que su periodo de siete años, y que vence en febrero próximo, se extienda un año más hasta el 2025, ello en base a una reforma constitucional aprobada en 2017, que amplió a ocho años el periodo de ejercicio del titular de la Auditoría Superior del Estado.
Habrá que esperar entonces a que la Jueza emita su veredicto, porque de ello depende la victoria o la derrota para el PAN o Morena.
Sin embargo, pareciera que, con el fallo de este jueves, con el que fue revocada la suspensión provisional, Espino quedó casi en la lona, porque aun en caso de que la sentencia de la Juez fuera a su favor el Congreso todavía podría impugnarla y eso consume tiempo.
Algo que el cabecista no tiene, porque su periodo de ejercicio está a días de concluir.
ASI ANDAN LAS COSAS.
