Mauricio Zapata
Transitar por las calles de Victoria se ha vuelto toda una odisea. Es como un deporte extremo.
Entre los baches, los topes mal planeados y las obras a medias, circular es, de verdad una aventura.
Pero ahora nos hemos dado cuenta de que en cualquier calle siempre hay un charco grande de agua.
Sí, son las fugas.
Otro obstáculo por vencer y tratar de librar por las diferentes arterias de la Capital de Tamaulipas.
Y eso sí es preocupante.
Cada vez hay más y más fugas.
Según expertos, invertir en repararlas es casi similar a lo que se pretende gastar en la segunda línea del acueducto de la presa “Vicente Guerrero” como solución al desabasto de agua en la ciudad.
Y los resultados serían los mismos.
Es decir, si se reparan las múltiples fugas habría abasto del vital líquido como si hubiese una segunda línea.
El agua que se desperdicia en las calles y que las destruye, es más del 30 por ciento de la que llega diariamente de la presa a esta Capital.
Ya sé… ya sé. Las autoridades dirán que esas fugas son culpa de las administraciones pasadas.
Y sí. Tienen razón.
Quizás se debió haber planificado desde hace 20 años o más, y por alguna razón no se hizo.
Que las tuberías tienen más de 80 años. Sí, también es cierto, pero desde que se construyeron en esa época, dijeron que durarían ese tiempo. Así que desde diez años antes de que se cumpliera el plazo, se debió haber realizado el trabajo preventivo.
No se hizo.
Ahora, las autoridades actuales deben trabajar en eso. Porque si no, se van a deteriorar más y el remedio va a ser mucho más caro.
En vez de insistir en la obra del acueducto que, desde hace más de diez años está en proyecto y no han mandado la lana, mejor establecer un plan para renovar las tuberías.
Eso se los agradecería más la población.
Pero a veces piensan más en el día a día que en el mañana.
EN CINCO PALABRAS.- Quién se los puede explicar.
PUNTO FINAL.- “Parece más cercano el pasado que el futuro”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata