José Inés Figueroa Vitela
Hubo quienes se declararon sorprendidos con el hecho de que la dirigencia estatal de Morena y sus diputados locales reynosenses, dictaran una conferencia de prensa de unidad y llamaran a su candidato a bajarse de la contienda.
Los pasos están dados, desde los renglones torcidos de la institucionalidad manipulada por el exgobernador de triste memoria, para impedir que CARLOS PEÑA ORTIZ se mantenga como candidato a la reelección en la alcaldía del municipio central fronterizo tamaulipeco.
Lo que está administrando el titiritero CDV, son los tiempos, para dar el último zarpazo en contra del retoño de la candidata del Partido Verde al Senado, MAKI ORTIZ DOMÍNGUEZ.
Desde dentro, quienes lo conocen, dicen que su clímax lo estaría ubicando en los días previos a la elección, como cuando mataron a RODOLFO TORRE CANTÚ, pretendiendo maniatar a Morena para reaccionar y causar el mayor daño posible, para ver si así el electorado voltea y les concede un voto.
La dirigente del partido, YURIRIA ITURBE y los diputados locales con licencia, MARCO GALLEGOS, ARMANDO ZERTUCHE, HUMBERTO PRIETO y MAGALY DEANDAR RÓBINSON piensan que aun si llevan el proceso judicial hasta mediados de la campaña, los contreras amenazan con causar un daño que puede ser prevenible y reversible.
Nadie duda que el mismo juez, los Consejeros Electorales que ya pintaron chueco y hasta la instancia judifederal electoral, donde perviven aboneros del anterior sexenio panista tamaulipeco, estarán dispuestos para atender la indicación de CABEZA DE VACA en el momento que él considere.
Dos premisas ondean en medio de esta escena.
Por un lado, los reynosenses en grado mayoritario y superlativo tienen bien clara su definición a favor de la construcción del segundo piso de la cuarta transformación, leído como aventajada mayoría en la intención del voto a favor de Morena y sus candidatos.
Por el otro, los argumentos jurídicos por los que se adminicula la suspensión de los derechos político-electorales del alcalde reynosense, haya sido como haya sido, pretenden un proceso judicial de largo aliento que lo mantiene en el riesgo permanente de ser eliminado de la contienda.
Por eso es mejor que se baje de motu propio, que no les de ese gusto de bajarlo a sus enemigos políticos y que abra la posibilidad de que de una vez se nombre al relevo, a fin de preparar el camino de las campañas que en cosa más de una semana inician.
En la contraparte, los demás aspirantes, cuatro legisladores locales de reconocida experiencia y trabajo social entre las bases ciudadanas, ayer con la dirigencia estatal, se declararon prestos a ir en un solo frente, acompañando la candidatura de quien resulte nominado al relevo.
Fueron los que llegaron a la última etapa del proceso interno con CARLOS PEÑA ORTIZ y son quienes, igual, acatarán la disposición del liderazgo político sobre la presunta inminente resolución.
Lo demás son elucubraciones y grilla barata de los ociosos de dentro y fuera; más esto últimos que, a falta de talento y trabajo, digno y significante, andan buscando por cual grieta pueden colarse a la competencia electoral, porque hasta ahora, siguen sin pintar y en caída libre.
Ya hasta andan reciclando publicaciones de cuando ellos fueron gobierno y sucedieron cualquier cantidad de atrocidades en el Estado, para hacer creer que son de este tiempo e intentar generar la percepción de los de ahora son igual que ellos y que sigue pasando lo que ellos en su tiempo provocaron y de lo que fueron partícipes.
Andan tan estrechos de intelecto, de asesores y operarios, que no les alcanza para más que repetir lo que ya antes hicieron y desde entonces no les dio resultados.
En el pecado, otra vez, llevarán la penitencia.
El pleno del Tribunal Electoral de Tamaulipas se aventó casi dos horas debatiendo, para decidir los términos en que le iban a decir a la Comisión de Justicia Nacional de Morena, que resolviera la queja del diputado MARCO GALLEGOS, contra la nominación del candidato a la alcaldía de Reynosa.
El legislador se dolió de actos discriminatorios del nominado, que son causales de anulación de su candidatura, pero en la legislación electoral, primero debe resolver de fondo el partido y sólo cuando no satisfaga el fallo, la instancia electoral interviene,
Ese fue el tema de la prolongada sesión del Trieltam; a ver cuánto se tardan si, en efecto, la instancia partidista deja insatisfecha a las partes y vuelven a llevarle el tema a su campo.
¿Rollo mata a billete?… ¿y carita?