mayo 7, 2025
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Gattás ¿sanción o juicio político?

mayo 10, 2023 | 321 vistas

Claudia Vázquez Andrade.-

“No hagas cosas buenas que parezcan malas”, reza una conseja popular, y esta debería ser escuchada por la clase política, sobre todo cuando se está en el ejercicio de gobierno, como es el caso del alcalde de Victoria, Eduardo Gattás Báez, quien protagónicamente llamó a los pastores de las diversas corrientes religiosas a orar para que llueva en la Capital tamaulipeca, convocatoria que a decir de especialistas en derecho, podría llevarlo a ser separado del cargo a través de un juicio político.

El edil “Lalo” Gattás, anda desatado en busca de apoyo popular y político para alcanzar la candidatura y reelegirse, y en esta “lucha”, se le ocurrió recurrir a los grupos religiosos para que se sumaran a la estrategia de oración con el fin de que Dios mande la lluvia.

Y obviamente que la ocurrencia trajo consigo una serie de reacciones ciudadanas, pero también de los pastores, que no están de acuerdo en que involucren la religión con las cuestiones mundanas o de gobierno.

Pero, además, el asunto se le complica, porque un especialista en derecho asegura que el munícipe rompió el principio de separación Iglesia-Estado Mexicano, al violentar el artículo 130 constitucional.

El jurista recordó al Alcalde que la República de México es Laica en términos del artículo 40 Constitucional, por lo cual a solicitud del propio Congreso del Estado, o de un particular, podrían iniciarle un juicio político que llegaría a derivar en la separación del cargo, porque cometió una ilicitud constitucional al vincular acciones del Gobierno municipal con el clero.

Se podría pensar que “Lalo” Gattás ha sido mal asesorado, sin embargo, a decir de algunos de sus colaboradores, el problema es él mismo, pues actúa por impulso, y lo que es peor, aseguran que la soberbia no lo deja ver su realidad.

En fin, como dicen que nadie aprende en cabeza ajena, habrá que esperar que Gattas sufra el descalabro.

LA ÚLTIMA

De veras que no tienen llenadera algunos políticos y funcionarios de Tamaulipas, pues resulta que en la reciente convocatoria emitida por la Secretaría de Educación del Estado para inscribir a los estudiantes que requieran de una beca educativa, hubo quienes enviaron solicitud pese a que no tienen necesidad económica.

Para nadie es un secreto que fueron cientos o miles de padres de familia que soportaron las inclemencias del tiempo, hicieron fila por largas horas en el llamado Polyfórum de Victoria, para registrar a sus hijos y lograr una beca.

Y como suele suceder, no faltó quién se percatara de que algunos funcionarios sin molestarse en salir de sus oficinas, y peor aún, sin necesidad, también inscribieron a sus hijos para que reciban este beneficio.

Si algo es cierto, es que todos los niños y jóvenes tienen derecho a una beca sin importar su estatus social, sin embargo, no es justificable que un empleado de “nivel”, como es el caso de un director, subdirector o subsecretario, participe en este tipo de programas diseñados para apoyar a quienes menos tienen, para que sus hijos puedan continuar sus estudios con menos carencias económicas.

La verdad es que los funcionarios de los tres órdenes de gobierno que perciben salarios dignos, superiores al común, deberían de hacer conciencia y dejar esos espacios a quienes realmente los necesitan.

Pero también la autoridad responsable no debería permitir la participación de los mismos al conocer las percepciones que sin pudor alguno consignan en las mismas solicitudes.

En el gobierno que se fue, la queja recurrente fue la falta de disposición para el pago de estas becas, y hoy en día, la queja es la inclusión de quienes no tienen necesidad porque reciben salarios cercanos a los 30 mil pesos mensuales.

No se quieran pasar de listos, porque serán tachados como igual o peor que los que se fueron.

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