No siempre se ve que un político en el clímax del ejercicio constitucional de su mandato, haga un alto en su gestión para reconocer la obra gubernamental de quien lo antecedió en el sexenio 1987-1993, como Gobernador de la entidad cueruda. Muchas similitudes existieron entre ambos gobernadores, ellos fueron respetados por el pueblo que abrumadoramente los eligió, recordados con cariño en donde se presentaban, se tomaban fotografías con ellos, repartían autógrafos como si fueran artistas, tuvieron también el reconocimiento por la extraordinaria obra material que realizaron a todo lo largo y ancho de Tamaulipas.
Cómo no reconocer y recordar las obras que AMÉRICO entregó a su pueblo, sólo mencionaré el Acueducto de la presa Vicente Guerrero a Ciudad Victoria, que vino a resolver el grave problema de la escasez de agua en la capital del estado por más de 30 años y además permitió el desarrollo industrial, la construcción de la Unidad Deportiva y Cultural Siglo XXI, la Capital tamaulipeca llegó a estar conectada con la Ciudad de México por dos líneas aéreas con cinco vuelos diarios, teníamos futbol de la Primera División y lo más importante, regresó la tranquilidad a la Capital que había perdido.
Con GEÑO en el Gobierno estatal, Victoria volvió a ser beneficiada con obras que la hicieron lucir como la gran Capital tamaulipeca, basta mencionar la construcción del Polyforum Rodolfo Torre Cantú, la Torre Gubernamental, instalaciones dignas para albergar el Poder Legislativo, instalaciones para albergar el Archivo General del Estado, el Recinto Ferial, la modernización de las oficinas del Poder Judicial, el zoológico de Tamatán, las nuevas instalaciones deportivas en donde los atletas de alto rendimiento se preparan para sus futuras competencias y por cierto saben ustedes lectora- lector cómo se llaman esas instalaciones? Pues Geño ordenó que recibiera el nombre del gobernador deportista AMÉRICO VILLARREAL GUERRA, ya desde entonces se vislumbraba el cariño y respeto que sentía HERNÁNDEZ FLORES por AVG. Dos grandes gobernadores oriundos de Ciudad Victoria, que estaban obligados a dejar a su paso obras que les permitieran ser siempre bien recordados.
Tiempo después, EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, tuvo una cita con la historia, llegó el día del triste fallecimiento del ingeniero AMÉRICO VILLARREAL GUERRA, 23 de junio de 2010, ese día GEÑO ordenó que sea el Gobierno del Estado quien le rinda un justo homenaje al hombre que con su VOLUNTAD Y TRABAJO hizo posible que el nombre de Tamaulipas fuera mencionado en todo México con admiración y respeto.
En el mismo Palacio de Gobierno estatal, fue llevado el ataúd que contenía los restos mortales del ingeniero AMÉRICO VILLARREAL GUERRA y cubierto con el Escudo de Armas del Estado de Tamaulipas y con la Bandera de México, ahí presidiendo el solemne acto cívico GEÑO acompañado de los representantes de los poderes Judicial y Legislativo, ALEJANDRO ETIENNE y FELIPE GARZA NARVAÉZ, respectivamente.
Me tocó la alta distinción de ser orador en tan solemne evento. Fue el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, quien me manifestó, “A nombre de la familia VILLARREAL ANAYA, ha sido nombrado, por su amistad y probada lealtad, el orador en nombre de quienes fueron sus colaboradores”. Sólo al recordar ese momento me vuelvo a emocionar. Y ahí enfrente de la familia Villarreal Anaya con doña Beatriz, hijas, hijo, nuera, yernos, nietos, compañeros del gabinete de AVG, trabajadores del Gobierno estatal fue recordado nuestro jefe y mejor amigo.
Después, a nombre de la familia VILLARREAL ANAYA, hizo uso la palabra el doctor AMÉRICO quien fiel a su costumbre leyó un discurso bien estructurado y con la emoción a flor de piel agradeció a nombre de la familia la presencia de las autoridades y el emotivo evento.
Por último, GEÑO nos hizo emocionar con su discurso bien hecho y mejor leído. En donde afirmó “Hoy honramos a un gran hombre, a un gran líder, que entregó con su Voluntad y Trabajo su vida para servir a Tamaulipas”.