Tradicionalmente y por largos sexenios, el informe del Gobernador era el cuatro de febrero, o cinco, con algunas variaciones en la toma de posesión del siguiente, por motivos de agenda.
El ejecutivo informaba de un año de labores, completo.
En 105 años de vigencia la Carta Estatal ha tenido varios cambios sustanciales en cuanto a fechas de informes y toma de protesta, la mayor parte a conveniencia o por compromisos políticos.
Américo Villarreal entregará su tercero al Congreso del Estado el 15 de marzo en Tampico, pero anunció ante la prensa que enviará iniciativa para que el ejercicio se de en coincidencia con la toma de protesta, es decir, en octubre.
Con justa razón el cardiólogo quiere volver a los tiempos en que los ejecutivos rendían cuentas por periodos de doce meses y no seis o fracciones, como otros.
No pocos hicieron reformas, pero el que se “salió” fue Francisco García. Dejó seis meses en “blanco”, sin informar. Quería ganar ventaja a la fiscalización por el sucesor y lograr inmediata aprobación de las cuentas públicas por el Congreso.
La versión original de la Constitución Estatal dice que los ejecutivos deberían rendir un “informe completo” ante el Congreso el uno de enero, fecha de inicio del primer periodo ordinario de sesiones de los diputados. Hasta ahí todo bien, solo por algunos crudos y desvelados por las fiestas de fin de año.
Uno de los primeros cambios sustanciales se dio en 1946 para que el informe se diera el cinco de febrero de cada año, independientemente de otros informes parciales o solicitados por los diputados.
Las legislaturas comenzaban -se instalaban el uno de enero-, lo que tenía congruencia con los documentos de los ejecutivos.
Veamos algunas reformas: En 1949 que el informe será el 14 de septiembre de cada año; 1951, el cinco de febrero; 1957, cuatro de febrero. En 1962 los diputados decretaron que “deberá rendirse el 30 de enero de 1963”.
Es que, el cinco de febrero, aniversario de la Constitución, los gobernadores querían asistir al evento nacional encabezado por el Presidente en turno en Querétaro. Fue lo que les pasó a Ruiz Cortines, Balboa y Cárdenas González, muy cercanos al jefe de Los Pinos en turno.
Andaban a la carrera entre Querétaro y Ciudad Victoria.
En 1967 fue el último domingo de enero. Hacia 1978 cambió al 12 de febrero; 1982, 31 de enero; 1983, último domingo de enero.
En 1989 Américo Villareal cambió los informes al último domingo de octubre.
En 1994 Cavazos Lerma varió drásticamente las fechas legislativas: Los diputados tendrán dos periodos de sesiones, uno que comienza el uno de octubre al 15 de diciembre y el segundo del 15 de enero al 30 de junio. Al parecer quería homologarlos con lo federal.
Egidio Torre Cantú reformó la Constitución para entregar el informe en la segunda quincena de marzo, en tanto que García Cabeza de Vaca en 2019, hacerlo en la primera quincena de marzo.
Américo Villarreal Anaya hizo la variante que, en periodo de elecciones, la ceremonia de entrega del documento será en febrero para no interferir en las campañas.
Siguió el desorden con Torre Cantú, quien introdujo la segunda quincena de septiembre como la fecha del entonces conocido como “día del Gobernador”. En 2015 cambió a segunda quincena de noviembre.
Para ya no aburrirlo, querido lector, hemos de decirle que la entronización de los gobernadores también ha tenido variaciones
Inicialmente rendían protesta el cinco de febrero; en 1981 cambió al tres de febrero. En 1995 se legisló que fuera el uno de enero; 1999 otra vez el cuatro de febrero (Tomas Yarrington). En 2008 la reforma determinó que el uno de octubre.
Ahí están las fechas. Con justa razón AVA quiere acercar las fechas entre la protesta y la rendición de cuentas ante el respetable, y eliminar las “lagunas” que dejaron Egidio y el señor García.
Ya no es el otrora “Día del Gobernador”, en que el titular en turno se dejaba querer, era adulado, apapachado por grupos tricolores.
Los cambios a la Constitución vinieron cuando en la época de Luisa Álvarez Cervantes y Pedro Alonso Pérez, como diputados, sacaron la “costumbre” de interpelar a los ejecutivos cuando comparecían ante la legislatura. La reforma determinó entregarlo como legajo, sin lectura.
Tema aparte, vaya espaldarazo de la Presidenta Claudia Sheinbaum en su mañanera de este lunes para el gobernador Américo Villarreal, de quien reconoció está realizando “un buen trabajo” y le mandó felicitaciones, dando con ello su voto de que en Tamaulipas las cosas se están haciendo bien.
No es menor cuando AVA está por rendir su tercer informe y se habla que la jefa de Palacio Nacional podría asistir al evento, con lo cual estaría refrendando un apoyo total a la primera administración de la 4T estatal y a los proyectos estratégicos que han recibido respaldo federal.
Américo está cerca del poder central y ha sabido aprovechar esa relación para recibir apoyos a proyectos estratégicos de gran calado como el Puerto del Norte, llamado a convertirse en el más importante de México.