Y como siempre antes de comenzar con el tema elegido les mando un caluroso saludo en este su LADO AMABLE de todos los martes con su servidora y amiga Dhena Mansur Sánchez; agradeciendo como siempre al mejor periódico de nuestra Capital por brindarme este lugar en su familia.
Empecemos pues y les hago esta pregunta: ¿Notaron también que este reciente aniversario de la fundación de nuestra amada Capital estuvo sumamente gris, vacío, carente de alegría, efusividad?
El pasado seis de octubre fue el 274 aniversario de mi capital, de la ciudad en donde nací y en donde sigo eligiendo vivir a mis 41 años de edad. Nunca la he dejado, nunca la he abandonado, pero parece que muchos sí, porque siguen sin entender que a ella tenemos que regresarle en trabajo, en cariño, lo mucho que ella nos ha dado en todos estos años.
El pasado domingo como muchos otros, me fui a la plaza del 15 con mis hijos y mi esposo, pero este fin de semana en especial por ser el del aniversario, mi madre por invitación de una entrañable amiga suya nos comenta que, por la tarde a las afueras de la presidencia, le darían un reconocimiento, así que con más razón no queríamos faltar a la cita.
Llegamos al 17 y sí, al menos había sillas, había gente, pero no la misma de siempre, no éramos tantos así que desde ahí ya no pintaba tan bien la cosa.
En la tarima o escenario que montaron empezaron a desfilar pequeños, que, juro que se la pasaron todos esos días repasando sus líneas, porque el programa del día incluía oratoria, declamación, toda una osadía para ellos; lo hicieron muy bien, pero a lo que voy es a esto: que triste debió haber sido que a ese evento que también es importante y de hecho mucho más que otros, el alcalde no fue.
Llega el momento de los reconocimientos, se los entregan, pero ya saben, se los entregó alguien en representación ¿Cómo es posible? Si era el fin de semana del Aniversario de Victoria. Posterior a esta entrega viene la de la amiga del alma de mi madre -estoy hablando de una figura icónica en nuestra ciudad, en poesía, en cultura, libros- hablo de Marisa Avilés Arreola, y para entregarle su reconocimiento pues tampoco estuvo el alcalde, fíjense hasta dónde está afectando esta incomodad actual en el Cabildo, esta ausencia de nombramientos, porque como todos saben pues no se han dado, que si repiten los mismos, que si no, que porque ya estuvieron y no sería lo justo, que la ciudad sigue igual de deteriorada y se necesita renovación de perfiles ahí, total no se ha solucionado eso hasta la fecha.
Lo triste es que a Victoria ¿quién la está atendiendo? El alcalde si quedó de nuevo, el que ya sabemos, pero en lo que los puestos se dan, Victoria sufre o mejor dicho agoniza, porque los pozotes siguen, las fugas siguen, de aguas negras y de agua limpia, de las dos; el dengue sigue, la maleza sigue y de ahí los zancudos; los robos, así que en vez de andar preocupados por la incertidumbre de que tal vez no los ratifiquen en el mismo cargo, debería de darles tristeza el ver que no hubo suficientes resultados a favor de su capital, porque ellos sí andan muy bien hasta con sus zapatitos limpios, pero la gente que sigue cayendo en esos pozos, o la gente que sigue oliendo lo que despiden las fugas sin arreglar, esos siguen aguantando, quede quien quede en los puestos.
Yo solo quería dejar en claro que tal vez creen que no nos damos cuenta, pero en aquellos aniversarios en donde las cosas no andaban tal mal por eso se festejaba mucho, porque las cosas se estaban haciendo y bien, ¿cómo es posible que ahora ni sesión solemne hubo, de esas que hasta en el quiosco de la plaza hacían?
Ojalá vuelvan esos tiempos, porque lo peor es el conformismo de ahí viene la aceptación, así que mientras nos sigamos dando cuenta de todo lo que se ha dejado de hacer, estamos bien porque así sentiremos que nos hace falta y como buenos victorenses tendremos la esperanza de que un día todo eso vuelva.
Con todo y todo, gracias por estos 274 años Victoria y ojalá me alcancen los años para verte revivir, ese es mi deseo.
Redes: Dhena Mansur Sánchez.
