Yo creo que nadie quiere que haya una devaluación. Para que no haya, tiene que triunfar la política: por un lado, está la decisión de Trump de iniciar una guerra arancelaria en aras de su política migratoria y el combate al narcotráfico; difícil convencerlo de que es una acción incorrecta, por eso tanto México como Canadá tienen que ser inteligentes y encontrar las respuestas que lo hagan entrar en razón. Hagan de cuenta que México es el pagano de la confrontación USA vs China.
Una guerra arancelaria puede tener muchas consecuencias. Su primer impacto será en las importaciones y exportaciones, en este caso, tanto de USA, Canadá y México, tendría un impacto regional. Ahí es donde, cada presidente, tendrá que responder con medidas a corto y mediano plazo para atemperar las consecuencias: ya lo explicó la Presidenta, una guerra arancelaria afecta a ambos países. Y por lo visto, Trump esta dispuesto a correr el riesgo… en los hechos, se ve, se nota, que sus promesas de campaña las cumplirá.
DEVALUACIONES
En términos económicos una moneda representa el valor de la riqueza de un país. Por eso, en la práctica, observamos que en relación con el peso es muy variable en función a la moneda extranjera que se trate. En nuestro caso, siempre tomamos de referencia al dólar por la cercanía y porque, además, nuestro comercio en compras y ventas en su mayor parte es con Estados Unidos: basta ver, por otra parte, las largas filas de mexicanos para ingresar al país vecino.
México ha tenido muchas devaluaciones. En la red se explica como a partir de Lázaro Cárdenas de $4.50 pasó a 4.85, fue 35 centavos. Fue a partir del gobierno de Luis Echeverría que de 12.50 pasó a 22.69 pesos… Pero para el final de Miguel de La Madrid la devaluación alcanzó dos mil, 295 pesos. Carlos Salinas de Gortari le quitó al peso ceros, por eso la relación con el dólar quedo en 3.44 pesos. La devaluación con Zedillo alcanzó los $9.40 y otra devaluación fue con Enrique Peña Nieto: de 12 pesos subió hasta 21. Por eso fue un logro que AMLO recibió el dólar en $20.45 y acabo en 19.69… aunque en un momento dado fue de $25.11.
RAZONES DE LA DEVALUACIÓN
Con José López Portillo la devaluación fue brutal: paso de 22.69 a 70 pesos y su acción fue nacionalizar a la banca, exclamando que “no nos volverán a saquear”, en virtud precisamente que una devaluación tiene como una de sus causas “la fuga de capitales”, en razón a que no tienen, otra causa, confianza en la economía nacional. Otra causa de la devaluación es que, ante la falta de dinero, de moneda nacional, el gobierno decida emitir moneda sin el debido respaldo en la producción.
Las consecuencias, inevitables, de una devaluación son varias. Sin embargo, el impacto más severo es en las importaciones y en las exportaciones: al hacer compras en el extranjero, digamos más caras, el usuario final tendrá que pagar más. China al vender sus productos más baratos, busca precisamente socavar este tipo de procesos. Y en las exportaciones, quienes nos compran sentirán que nos compran más barato, se podrán vender más mercancía, la cuestión es que serán más baratas. En este caso, en México, se podría iniciar un proceso de inflación, tendremos poco dinero y los artículos serán más caros.
EFECTOS VISIBLES
Los efectos más visibles de una devaluación son en varios contextos. Por ejemplo, quienes viven en la frontera, aseguran que los productos de allá son de mejor calidad; pero ante la falta de liquidez, en la frontera y en otras regiones, se puede optar por los productos nacionales, el beneficio sería fortalecer la economía local o regional. Un efecto es que los productos que tengan partes extranjeras, pueden aumentar su precio, es decir, en lo local habría una inflación, por una pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
Hay un efecto que se ve y se siente en determinados sectores sociales. En términos económicos se dice que “erosiona” nuestros ahorros: se pueden comprar menos productos y, vaya pues, los que tengan créditos bancarios, sean de vivienda o de carros, va a ver cómo la deuda se incrementa de manera notable: se comerá sueldos y ahorros. Un efecto positivo, sin embargo, se puede dar en las zonas turísticas: el extranjero, ante el valor del dólar, tiene más oportunidad de visitar lugares mexicanos.
PRUEBA PRESIDENCIAL
El Gobierno mexicano está en un dilema, enfrenta una dura prueba. Por un lado, la deuda pública ya rebasa el 50 por ciento de PIB, por eso el compromiso de disminuir el déficit público, hacer más patente la austeridad republicana: Tamaulipas, por ejemplo, para el 2025 tendrá un presupuesto disminuido en un tres por ciento, pese a que los problemas y las carencias se han incrementado. El Gobierno federal ya prevé una reforma fiscal, porque va a necesitar dinero para cumplir con los programas sociales y terminar las obras emblemáticas de AMLO y, claro, cumplir con los planes y programas del gobierno actual.
Imaginen, así, una crisis económica o una devaluación… se tendrá problema para construir el segundo piso de la 4T.