Ma. Teresa Medina Marroquín.-
Los anuncios hechos por Tania Contreras López son, por ejemplo,
una advertencia de que en 2024 habrá un nutrido contingente de candidatos
a ocupar muchas jaulas de las penitenciarías estatales y federales.
Pese a no ser funcionaria ministerial y judicial, ha pronunciado
argumentos que revelan (en términos generalizados) que pronto arreciará la
presión legal para que al Gobierno del Estado, como a diversos
ayuntamientos, no sólo se les haga justicia enviando a prisión a tanto
saqueador de las arcas públicas, sino que se recuperen los ya incalculables
montos robados.
O lo que es igual, cantidades impresionantes de dinero, que ahora
hacen tanta falta en educación, salud, seguridad, bienestar social y obra
pública, y que con toda la impunidad del mundo se mantienen en cuentas
bancarias de particulares como en bienes raíces y una serie de bienes, cuyo
imponente monumento a la corrupción da la impresión de ser intocable.
Que esta ola que está por golpear a la corrupción coincida con el
proceso electoral de 2024, será para mucha gente una forma evidente de
que el Gobierno estatal y los municipales, incidan en los procesos
electorales.
Yo la verdad no sé si esa versión esté confirmada, incluso que en el
plano federal de pronto Xóchitl Gálvez sea “víctima” de una orden de
aprehensión que la saque de la jugada y que postule a Marcelo Ebrard
como el nuevo candidato del Frente Amplio por México.
Todo, sin embargo, puede suceder como que Francisco García
Cabeza de Vaca sea postulado a una diputación federal y que un sobrino
del presidente López Obrador, aquí en Victoria, no alcance, según Roy
Campos y Consulta Mitofsky, la amplia probabilidad de convertirse en
candidato a la alcaldía de la capital de Tamaulipas.
LA DEMOCRACIA COMO EXIGENCIA DE JUSTICIA
El caso es que el mundo de lo increíble no existe, y que en ese
sentido la ciudadanía sepa que la aplicación de la justicia no será
entorpecida por las prescripciones legales que liberarían de obligaciones
judiciales a los corruptos que se enriquecieron, mientras que miles de
tamaulipecos caían al abismo de la pobreza o murieron porque no tuvieron
acceso real a medicamentos y servicios de salud.
¿O es que la justicia debe detenerse porque está de por medio una
elección presidencial?
Si es como se conceptúan las cosas, entonces qué terrible que la
justicia pase a ser una de las causas perdidas, convertida en puro teatro,
cuando que la democracia, que construye el pueblo mismo, es
esencialmente una exigencia de justicia.
Cuidado con las subjetividades que lanzan al aire diversos individuos,
cuyo afán es confundir a millones de electores.
¿O cuál sería la ventaja de una justicia que sólo se aplica en períodos
específicos de tiempo, como si los delitos también fuesen perpetrados en
algunos meses del año?
No permitamos que la necedad, la estupidez y la astucia para que
pase desapercibida la impunidad, manipulen la inteligencia del pueblo,
reduciéndolo a un montón de fatuidades, que son las que tienen a este país
al borde del apocalipsis, o de una extinción que se le impuso a la vida, y que
están bajando el telón de las transformaciones prometedoras.
Por más resistencias que pudiesen surgir de la Fiscalía General de
Justicia y del Poder Judicial del Estado para enviar a prisión a tanto
corrupto, la ciudadanía ya sabe todo lo que ocurre y su presión es tanta que
ya no ha quedado lugar para el encubrimiento y las resoluciones nefastas.
65 PACIENTES TRASPLANTADOS: CALIDAD DE VIDA
Y hablando de justicia, en su vertiente de fomentar la calidad de vida
de la población, en la Secretaría de Salud a cargo del médico Vicente Joel
Hernández Navarro se han beneficiado a 65 pacientes que fueron
trasplantados para recuperar su calidad de vida con la donación de órganos
y tejidos de 38 pacientes, reactivando programas que tenían más de seis
años sin proyectar una sola donación. Estas acciones llevan a reforzar y
concientizar a la población en la donación de órganos y tejidos.
¡Excelente inicio de semana!
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