¿Se puede uno volver rico? La verdad que sí, pero los medios o instrumentos para lograrlos, no son nada éticos. Recuerdo que hace como 35 años o un poco más, un amigo me dijo: para hacerse rico, hay que trabajar mucho, mucho, partirse la madre, pero tienes que lograrlo para cuando tengas 50 años, después ya es imposible. Y en ocasión de las elecciones, con eso de que Claudia Sheinbaum renta un departamento, Xóchitl Gálvez expresó que, si tienes más de 60 años y aun vives en casa rentada, pues está mal. La realidad es que muchos, al paso de los años, viven al día… por eso AMLO apuntó: primero los pobres.
Cuando se me ocurrió escribir sobre “Hacerse rico” hice un repaso de mi vida: soy de origen campesino, estudié gracias a las becas, ahora puedo decir que sigo siendo pobre, que vivo de mi pensión y al hacer un recuento de mis compañeros de estudios, desde primaria hasta el posgrado, llego a la conclusión de que ninguno se hizo rico: no hay empresarios, industriales o comerciantes exitosos, bueno, que hayan acumulado una riqueza que les permita disfrutar la vida, a ellos y parte de sus descendientes.
LAS CLASES SOCIALES
La evolución de la sociedad ha dibujado a las clases sociales a partir de la propiedad privada. Primero, el primitivismo; donde todos eran iguales; luego, el esclavismo, consecuencia de que unos concentran la propiedad; luego el feudalismo, los poderosos son los señores feudales, terratenientes y los pobres los siervos, los que trabajaban la tierra. Llega el capitalismo con el patrón y el trabajador; la explotación de unos sobre otros, la concentración de la riqueza de los que no tienen nada se conoce como brecha entre ricos y pobres.
En la realidad hay clase alta, media y pobre. La clase alta es la rica, la dueña de los medios de producción, la que explota la mano de obra de sus empleados; la clase media, es la que tiene o cuenta con algunas herramientas para mejorar su vida, como es la educación y, obvio, su capacidad de trabajo: son los que aspiran a ser, un día, no como los patrones, pero sí a tener más comodidades en la vida. Los pobres, son los que enfrentan múltiples problemas, que van desde el educativo, el laboral y tienen ingresos mínimos, que les permiten sobrevivir.
ESTÁBAMOS BIEN JODIDOS
Ya adulto recuerdo una conversación entre amigos, de aquellos que un tiempo vivimos en la privada del 17. Terminó un partido de softbol y en el festejo, uno de los presentes exclama: ¿te acuerdas cuando estábamos bien jodidos? Gracias a Dios, hoy ya no tenemos los problemas de antes. Quien hablaba, había sido policía judicial y tenía finanzas sanas. Mi hermano le respondió: nombre, seguimos igual, pero con menos problemas para comer. Ya no vivíamos en casa de palma, ni pagábamos renta. Creo, puede ser la historia de muchos, pero de hacerse ricos, nada, nada, nada.
Efectivamente por efecto de la movilidad social que se genera por los estudios, se puede decir que muchos de mi generación -por decir de Campoamor-, ya tienen mejores condiciones de vida. Va igual para quienes, a lo largo de muchos años, fueron mis compañeros de estudios o de trabajo. Es cierto, hay más de uno, que puede presumir una enorme mansión, buenos carros, que viaja, que no tiene problemas económicos o para darse uno que otro gusto, que tiene pues una vida holgada.
AMBICIÓN
La riqueza se crea con el trabajo, no hay de otra. Hay otros medios, en este momento, se me ocurren dos: los que andan en la política o, de plano, en el mundo de los negocios que son ilícitos. Pero, en uno u otro caso, solo hay una realidad: la riqueza es imposible ocultarla. Por eso, a los políticos los balconean: ahí tienen como Alejandro Cárdenas, “Alito” pues, puede justificar las monumentales propiedades que tiene; o como Rocío Nahle, la gobernadora electa de Veracruz, puede justificar las múltiples propiedades que adquirió siendo la secretaria de Energía del presidente AMLO.
En los tiempos del PRI, bien que lo recuerdo, Jesús Silva-Herzong, describió y explicó en sus libros y múltiples ensayos sobre la política mexicana la “hornada sexenal de los nuevos ricos”. Políticos que al terminar su periodo de gobierno eran completamente ricos: y es que, se decía, llegaban con las manos en las bolsas y salían con las bolsas en las manos. Y otros, los familiares, amigos y compadres que, vía contratos, se convertían en nuevos ricos… la moral política en México acepta, justifica y ve normal, que los políticos ayuden y den beneficios a sus familiares, se conoce como nepotismo.
HERENCIAS Y SACARSE LA LOTERÍA
Con eso de que muchos políticos se vuelven ricos gracias al cargo que ocupa en el gobierno, por eso se cuenta que Carlos Alberto Madrazo cuando fue gobernador de Tabasco (1959-1964) al tomar posesión de su cargo advirtió a sus colaboradores: que esperaba que, quienes ocuparan cargos no recibieran herencias ni se sacaran la lotería, es decir, para justificar su nueva riqueza.