Ma. Teresa Medina Marroquín
¿CUÁL DEFENSA DE LOS INTERESES DE MÉXICO?
Las noticias que lanzan al aire los llamados medios nacionales rayan en el sonsonete, aturdimiento y crispación.
Todo se repite, como si esos “medios nacionales” estuvieran involucrados y comprometidos con una de las élites del poder, sospechándose ya no de la oposición PAN-PRI que agoniza, sino de poderes contrarios al gobierno de AMLO, entreverados e infiltrados a fin de evitar la catarsis en el Poder Judicial de la Federación.
A la vista salta no una resistencia estoica, más bien aparece una olla de grillos ruidosos y comodinos que siguen cobrando sus quincenas y jugosas bonificaciones (así cualquiera), haciéndole al cuento de que un “paro nacional” y el “bloqueo” a las oficinas de la Corte son actos “heroicos”.
A pesar de que la presidenta electa Claudia Sheinbaum ha repetido hasta el cansancio que a la base trabajadora del Poder Judicial Federal no se les tocarán sus salarios y prestaciones ni con el pétalo de una rosa, toda esa base continúa siendo manipulada por esa élite de poder que, por muchas décadas, y en medio de un silencio muy hipócrita, del nivel de los fariseos, perpetraron una de las más grandes corrupciones que la justicia haya padecido en la historia de este país.
EL TEATRO DE PEDIR ‘APOYO’ AL GOBIERNO DE AMÉRICO VILLARREAL ANAYA
Las “presiones” que esta gente –manejada a control remoto por esa élite– ha hecho en Tamaulipas, en Casa de Gobierno, buscando (según esto) al gobernador Américo Villarreal Anaya para obtener el “apoyo” del mandatario, son movimientos de simple protagonismo.
Igual los llevados a cabo afuera de Palacio de Gobierno en Ciudad Victoria, donde los funcionarios de la Secretaría General de Gobierno, a través del subsecretario Tomás Gloria Requena, seguramente sólo se habrán concretado a escucharlos con atención y respeto, y hasta ahí, dado que esa instancia, obviamente, es ajena a las exigencias que implican trasfondos cuya tenebra es oponerse a que les cancelen muy pronto el mega-negocio en que está convertida la justicia federal.
Dirán que este comentario forma parte de esa polarización por la que atraviesa el país, y quizá sea cierto. Pero no soy la primera ni la última en tomar partido.
También dirán que la Reforma Judicial traerá, como se ha repetido tantas veces, problemas tan serios con Estados Unidos, con el riesgo (anuncian los catastrofistas) de que hasta el T-MEC cierre sus puertas a México para no participar en el inmenso libre comercio que se genera al norte del continente.
Sin embargo, eso no sucederá. Y no olvidemos la historia que ha visto pasar situaciones mucho más graves y controversiales.
En primer lugar, hay que advertir que las posturas políticas de AMLO y de la misma Claudia Sheinbaum son precisamente eso: simples posturas.
EN LA CÚPULA DEL PODER POLÍTICO MEXICANO NO ESTÁN LOCOS
Y otra vez, sin que digamos que la Reforma Judicial no traiga consigo algunos problemas, no olvidemos que con Carlos Salinas de Gortari en la Presidencia de la República se entregaron los bienes públicos de la nación a una élite aliada del sistema, reformando la Constitución, como si nada. ¿Y en cambio ahora qué tal?
Y ese sí fue un saqueo terrible. Se entregaron bancos, minas, empresas públicas, ferrocarriles, telefonía, etc., al extremo de que, según cuentan otras historias paralelas, Salinas y su hermano Raúl rechazaron los apoyo$ que en 1988 el narco les ofrecía a toneladas.
Incluso la serie “Narcos México”, de Netflix, lo exhibe claramente, y curiosamente todo ese pasado que hoy se queja, esa élite que hoy está contra la Reforma Judicial, se quedó calladita.
Lo único cierto de todo esto es que se trata de una élite que pelea un Poder Judicial que ve como su propiedad. Una élite desesperada que va por un segundo sexenio donde tendrá un margen de maniobra casi cerrado.
¿Cuál defensa de los intereses de México? Es la disputa por el poder. Porque con los gringos habrá arreglo. Pues en la cúpula del poder político mexicano no están locos.
¡Deseándole un día maravilloso!
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