Mauricio Zapata
Desde siempre, la imagen de los personajes públicos ha sido muy importante para que, a través de la opinión pública, la gente los conozca.
Hay muchos ejemplos de cómo se lleva a cabo una muy buena estrategia, y también, de cómo no debe manejarse.
Hoy en día se comenta mucho sobre ese manejo con el caso del gobernador de Nuevo León, Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez. Esta última experta en el manejo de las redes sociales.
En la actualidad las redes son la principal herramienta para llegarle a la gente. Pero ojo, sólo para establecer una imagen. Porque la generación de opinión, se da mediante los llamados “medios tradicionales”.
El caso del presidente López Obrador es otro ejemplo de su muy bien manejada agenda en las redes, que a través de un bien aceitado ejercito de los llamados “amlovers”, le permiten una contención a las críticas y cuestionamientos que se le hacen por su deficiente trabajo.
Esa estrategia le ha permitido mantener alta su popularidad y que, a pesar de sus ya muy constantes traspiés, no le ha mermado.
El caso de Nuevo León –insisto- es otro ejemplo muy claro de ello.
El buen manejo de las redes, les permitió llegar de manera positiva a un sector importante que provocó su triunfo en las elecciones estatales.
Lo vimos en su cortísima precampaña presidencial. Prendió las redes y acaparó la atención de propios y extraños.
Su estilo los hace verse bien, porque el manejo que hacen les está dando resultados. Y hasta las cosas más banales, les ha servido, y mucho.
Ni el presidente ni el gobernador pasan desapercibidos, y mediáticamente, son los que generan la agenda en el contexto nacional.
Hay cosas a las que no estamos acostumbrados, o al menos, son formas no comunes, sobre todo en el ámbito de la imagen institucional, en este caso, de dos mandatarios, pero les ha funcionado… y muy bien.
No estoy con ello diciendo que ambos sean buenos gobernantes. Ni tampoco que no lo sean. Lo que quiero destacar, es que su manejo de imagen es buena… excelente, diría yo.
Hay ejemplos de una mala estrategia que termina por llevarlos al total fracaso. ¿Ejemplos? Aquí, en lo local, Xico González.
En lo nacional, Enrique Peña Nieto. Solo por citar dos casos.
En suma: el manejo de imagen de un personaje público, no es de ocurrencias, hasta para eso hay que pensar… y pensar bien.
EN CINCO PALABRAS.- Aunque no es un circo
PUNTO FINAL.- “En política se ha vuelto muy común escupir para arriba”: Cirilo Stofenmacher.
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