Ma. Teresa Medina Marroquín
UN MILLÓN DE VIVIENDAS QUE PODRÍAN DESCAPITALIZAR AL FUTURO
Uno de los temas más relevantes que se manejan en Tamaulipas y en el plano nacional es la construcción de un millón de viviendas donde el Infonavit, además de la Financiera para el Bienestar (Finabien), se darán a la tarea y casi misión imposible de construir (en este sexenio de Claudia Sheinbaum) ese altísimo número de hogares.
Sin duda será el Infonavit, que a nivel nacional y estatal dirigen Octavio Romero Oropeza y Claudio Aquiles Villanueva Vázquez, quien llevará la carga financiera más pesada de ese proyecto cuyo costo ascenderá a 600 mil millones de pesos.
Independiente de que este ambicioso proyecto de vivienda vendría a satisfacer grandes necesidades de una población que no cuenta con una casa propia, también surgen interrogantes de si el Infonavit cuenta con los recursos para hacer frente a este monumental programa sexenal, y si semejante cantidad de dinero podría ser una de la causas por las que el Infonavit de pronto se descapitalice.
O hablándolo más claramente: que el mayor fondo nacional de la vivienda de este país se quede sin dinero para un futuro más allá de 2030 en donde, desde luego, el país, como Tamaulipas, continuarán demandando más acciones que impulsen la vivienda popular.
Y es que, además de lo anterior, aún no queda muy claro cuántos recursos derramará la Financiera para el Bienestar (Finabien); esto es, con cuánto dinero le entrará en estos difíciles años de vacas flacas esta institución que depende de la estratégica Secretaría del Bienestar (Sebien).
FOCALIZADAS LAS URGENTES DEMANDAS DE VIVIENDAS POPULARES
No obstante, e independiente de los cuestionamientos que implican y exigen un estricto orden financiero, habrá que reconocer que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), encabezada por Edna Elena Vega, ya hizo su tarea de planeación.
Informa la Sedatu que las prioridades de este proyecto van a partir de que en la región sur del país se construirán 351,000 nuevas viviendas; en el centro serán 239,400; en el centro-norte están apuntadas 280,800, mientras que para el norte de la república se proyectan 206,800, lo que abarca áreas urbanas y rurales.
ALTAMIRA, REYNOSA Y MATAMOROS SUFREN EL MAYOR SAQUEO Y VANDALISMO
El otro desafío son las 933 mil casas “emproblemadas”, cuya clasificación va desde 497 mil viviendas que (inexplicablemente) están en cartera vencida desde hace muchos años, y cuyos créditos se volvieron impagables por el abusivo sistema financiero con el que Infonavit operó por décadas, propiciando que los derechohabientes de plano nunca les disminuyera el saldo de sus préstamos hipotecarios.
Otro rubro son 131 mil viviendas inmersas en los llamados “juicios masivos”, más 216 mil casas que fueron embargadas a los acreditados dentro de esos juicios que resultaron fraudulentos debido a la enorme corrupción con que se manejó el Infonavit en los controvertidos sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Una corrupción que tampoco pudo enfrentar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y donde el saldo restante que es de 89 mil casas, derivadas del total de las 933 mil “emproblemadas”, se encuentran en el total abandono y a merced del saqueo y el vandalismo, como ocurre en importantes zonas de Altamira, Reynosa y Matamoros, principalmente.
Estamos hablando de reportes donde las administraciones pasadas del Infonavit no tuvieron la capacidad ni la responsabilidad de diseñar una sistema que protegiera estas viviendas ahora no sólo en el abandono y en zonas donde nadie quiere vivir, sino que su valor comercial, en lo que corresponde al edificio de cada una, reportan avalúos de cero pesos.
Un imperdonable desastre permitido por las autoridades del Infonavit que nunca previeron por el burocratismo y la corrupción que esas viviendas abandonadas, y ahora destruidas, hubieran sido al menos rentadas a miles de familias que no tienen donde vivir.
¿Podrá cumplirse con ese gran desafío de construir un millón de casas y resolver en este sexenio las 933 mil “emproblemadas”, incluyendo a Tamaulipas?
Y finalmente ¿cómo resolverán en los tribunales las otras viviendas aparentemente abandonadas, pero en realidad invadidas desde hace muchos años?
¡Deseándoles un día maravilloso!
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