José Inés Figueroa Vitela.-
El exgobernador de triste memoria y todos sus subordinados, durante el pasado sexenio, no son sospechosos de tener complicidad en tantos delitos de que se les acusa.
No son sospechosos, porque las evidencias públicas dan seguridad y no de ser cómplices, sino de ser de plano los autores de tales conductas reñidas con la legalidad, la decencia, la honestidad, la paz y la justicia.
Así se lo dije al diputado local y dirigente estatal panista LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN durante la conferencia de prensa dictada ayer, en la que dijo que el silencio en torno a los hechos delictivos, de parte se los servidores públicos, los hace cómplices de tales ilegalidades.
La sentencia sobre hechos, como el asesinato y quema de los migrantes en Camargo; la ejecución, en un montaje oficial, de los ciudadanos neolardenses sacados de su domicilio; o el acribillamiento, con cientos de balas, del profesionista de Río Bravo, obedece a la primicia de que quienes jalaron el gatillo, fueron los policías estatales creados y al mando del exgobernador, en la administración panista.
La complicidad asignada por EL CACHORRO de los Cabeza, le corresponde a él mismo, por citar uno de tantísimos ejemplos, en la ejecución de ciudadanos al azar, que se fueron encontrando, a su paso por la via pública de Reynosa, un grupo de civiles armados.
Este, aquellos, y una larga cuenta de manifestaciones del delito, la violencia y la sinrazón, fueron los que se dieron en el pasado sexenio y se cometieron, sin que los panistas salieran a la opinión publica a decir “esta boca es mía”.
La alusión se hizo, porque el vocero de los polvos de aquellos lodos, rasgándose las vestiduras, reclamó que las actuales autoridades se tardaran en salir a dar la cara, cuando en Matamoros habían bajado a un grupo de menores del transporte, para atravesar el autobús en la calle y generar imagen de disturbios.
Tantas víctimas del pasado sexenio habrían deseado que solo se hubiera tratado de eso, lo que pasó en su tiempo.
La diputada presidenta del Congreso, ÚRSULA SALAZAR MOJICA, con sus compañeros de la bancada morenista, ya había declarado sobre las mentiras que estaban preparando los panistas.
También, de la respuesta puntual y efectiva del Gobierno estatal y federal a las expresiones del delito de los días de la víspera y la presencia del Gobernador, allá en Matamoros, dando la cara al pueblo.
El doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA y el gabinete de seguridad, con la mesa para la construcción de la paz, se constituyó en la fronteriza municipalidad, reuniéndose además con las cámaras empresariales.
A ellos les expuso, exactamente, la situación que se vivió y las acciones para proteger a la sociedad, así como sancionar las conductas antisociales.
En conferencia de prensa con los medios locales, aclaró que primero se verificaron los hechos, se investigó el contexto, se dispusieron las medidas de atención y se salió a informar a la sociedad de lo que pasó y se está haciendo.
Todo en tiempo y forma, para dar la mejor respuesta, evitando apresuramientos que puedan resultar contraproducentes.
Ayer mismo, la Fiscalía dio cuenta de la detención, con el apoyo de la Secretaría de Marina, de un grupo de personas que traían armas y droga, por la zona de la Laguna Madre, en San Fernando.
Fuera de eso, hasta entrada la tarde, cuando ya se desplegaban las fuerzas armadas federales y la Policía Estatal acompañaba la supervisión, no se reportaron más incidentes.
Entre unos y otros, los diputados morenistas dejaron correr la sospecha sobre las viejas complicidades, cuando que, aunada a la jornada de desinformación y construcción de escenarios de desestabilización, se aparejó el inicio de la fingida campaña electoral del exgobernador Cabeza de la banda aquella.
Los espectaculares que se abrieron por distintos rumbos, entre el activismo mediático a través de redes sociales, por un lado desinformando y por el otro proclamando méritos que solo existen en su afiebrada mente, justificados en el montaje terrorista, apuntaban a otra correlación criminal.
CABEZA no va a ser candidato presidencial; en el PAN ni lo consideran dentro de las encuestas, donde no pinta y fuera de los beneficiarios del saqueo del presupuesto tamaulipeco, no hay quien acepte salpicarse de su rosario delincuencial.
Lo que quiere es una senaduría o diputación federal plurinominal –nunca se mediría en las urnas, no solo porque teme ser aprehendido si hace campaña, como porque sabe del mal humor social provocado-, para tener fuero y seguir delinquiendo, a más, disfrutando del escandaloso botín de que se hizo.
“Aquí se está cumpliendo y se está cumpliendo con toda la mano; las autoridades competentes en la entidad han atendido las situaciones presentadas recientemente, de forma eficaz, para inhibir los hechos en cuestión”, acotó en su momento la diputada Presidenta.
Las exposiciones en Matamoros cerraron el círculo.
En el trabajo legislativo, durante las actividades de ayer, en el Congreso local, se tomaron importantes acuerdos que tendrán repercusiones en los días por venir, con resonancia de largo aliento.
En Comisiones, se acordó citar al Fiscal Especializado en Combate a la Corrupción, lo que se confirmó después en el pleno, para que hoy mismo a media mañana vaya a decir el estado en que se encuentran los expedientes que se le han turnado y en general, los asuntos de su competencia.
También con dispensa de trámite, se aprobó llamar al Auditor Superior del Estado, para que dé cuenta de cómo la Auditoría Superior de la Federación y el nuevo gobierno, han encontrado inconsistencias en el manejo de 30 mil millones de pesos durante el pasado sexenio y él, ni un clip mal acomodado ha detectado.
Los dos, torvos sujetos, evidentes cómplices de la banca de los cuernos, van a necesitar algo más que evasivas y el juego de palabras que les caracteriza, pues frente a la representación popular, ni el amparo del juez federal cómplice vale.
El voto panista, para hacer efectivas esas comparecencias, parecerá que siguen confiando en la impunidad en que se movieron durante el pasado sexenio; los más no han entendido lo que es la transformación en el oficio público que llegó con el nuevo sexenio.
La reforma a la ley orgánica gubernamental para crear una nueva secretaría, desaparecer otra, y ajustar otras tres, también mereció el voto unánime, por donde transita el liderazgo camaral de la diputada ÚRSULA.
Con la camiseta puesta de la auténtica representación popular, muchas otras cosas buenas podrán salir pronto del Congreso, a favor de los tamaulipecos, reivindicando la imagen del diputado, el político y la política.
Más les vale, porque las siguientes elecciones ya asoman a la vuelta de la esquina; unos quieren reelegirse diputados y otros ser alcaldes, pero todos deberán en el trayecto rendir cuentas de sus actos a los ciudadanos.
Que así sea.
