diciembre 4, 2024
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Desiderio García

Judas en el Senado

septiembre 6, 2024 | 151 vistas

Con la llegada al Senado de la minuta de la Cámara de Diputados de la Reforma al Poder Judicial, una pregunta ronda en el aire, ¿Quién será el senador de la oposición que escuchará el canto de las sirenas de la bancada de Morena y sus aliados y doblará las manitas para darles la mayoría calificada que les permitirá avalar los cambios constitucionales?

A pesar de que los líderes de las bancadas de oposición del PRI, PAN y Movimiento Ciudadano, afirman que cerraran filas, los operadores de la llamada cuarta trasformación aseguran que la aprobación de la reforma es un hecho consolidado.

Morena y sus aliados necesitan dos terceras partes de los senadores, teniendo en este momento 85 en total de las bancadas unidas de Morena, Partido Verde Ecologista de México, el Partido del Trabajo y dos senadores del extinto PRD que se anexaron recientemente a la bancada oficial.

A pesar de esto, a Morena no le alcanza, ya que necesita 86 de los 128 senadores como mínimo para que esta reforma pase. Esto a menos de que se saque un as de la manga y logre que algunos senadores de la oposición voten a favor o falten, el día de la sesión del Pleno.

La ley dice que las reformas a la Constitución pueden ser aprobadas por el voto de las dos terceras partes de los senadores presentes, siempre y cuando se alcance el quórum mínimo para poder sesionar (es decir, la mitad más uno de los integrantes del Senado). En un escenario hipotético, si falta alguien de la oposición, Morena y sus aliados fácilmente pueden aplicar la aplanadora y sacar la reforma.

Otro factor en la votación puede ser Manlio Fabio Beltrones, quien ahora se ostenta como senador independiente, debido a que lo dejaron fuera de la bancada priista por conflictos con el senador y presidente nacional de PRI, Alejandro (Alito) Moreno, al que parece, le salió el tiro por la culata con esa decisión.

El presidente de la mesa directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, afirmó al recibir la minuta este pasado miércoles que: “No hay poder sobre la tierra que detenga el proceso legislativo” para concretar esa enmienda.

Fernández Noroña aseguró, muy ufano, que el bloque oficialista ya cuenta “de sobra” con la mayoría calificada, aunque no adelantó el nombre del senador o senadores de oposición que darán sus votos.

La exfiscal de justicia de la Ciudad de México y próxima consejera jurídica de la Presidencia de la República, Ernestina Godoy Ramos, fue designada presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales en el Senado y será quien conduzca los trabajos legislativos de la reforma.

La senadora Godoy Ramos adelantó que esta iniciativa ya tuvo suficiente difusión y fue discutida en foros en universidades y otros recintos, por lo que descarta que pueda haber un diálogo entre los senadores con trabajadores del Poder Judicial y estudiantes inconformes. La reunión de trabajo para dictaminar el proyecto en comisiones será el próximo domingo ocho de septiembre, y el martes se le dará “primera lectura” al dictamen. Al día siguiente será la sesión plenaria, donde se discutirá y se votará en caliente, como dice la voz popular.

Mientras tanto, el fantasma de Judas ronda por el Senado, creando incertidumbre entre los integrantes de las bancadas opositoras, esto sumado a la amenaza de bloqueos en la sede del Senado por trabajadores del Poder Judicial, las protestas de la oposición por lo acelerada de la aprobación de la reforma, el conflicto del Ejecutivo federal con la Suprema Corte de la Nación y las sospechas de coacción por parte de la Federación para decantar la balanza a su favor, parece que están creando la tormenta perfecta, que puede hacer mella en el sistema político mexicano.

Debemos recordar que para el poeta Dante Alighieri, en su Divina Comedia, el peor pecado era la traición, por eso reservó el Noveno Círculo del Infierno, el “más bajo, más negro y más alejado del Cielo” para los traidores: aquellos que traicionaban a sus seres queridos, a su país y a su Dios.

La alegoría nos sirve para evidenciar que de aprobarse la Reforma al Poder Judicial por el cambio de piel de algunos senadores de la oposición. Estos no solo traicionarían a su partido político, sino a los ciudadanos que les brindaron la confianza con sus votos, esperando que se convirtieran en contrapeso y no en comparsas del poder.

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