Siempre fue panista, pero en alguna ocasión se “tropezó” con Francisco Garza de Coss, jefe del CDE y corifeo al servicio del PRI, que lo expulsó junto con prominentes “vacas” sagradas celestes.
Julio César Almanza Armas jugaba doble ficha, comerciante (Botica Monterrey, de Matamoros) y político.
Su época más brillante fue con Francisco Cabeza de Vaca, que nombró a su hermana Silvia Leticia como jefa de Relaciones Públicas del Gobierno.
Los amigos planeaban hacer negocios con casinos de juego, entre otros giros, pero al final nada concretaron.
Esa vieja amistad y lealtad hacia el texano se vio reflejada a principios de 2023 cuando, su hermana, fue nombrada candidata a cuarta regidora en la planilla de Leticia Salazar Vázquez (PAN-PRI) por la alcaldía de Matamoros. Perdieron. Ella puede alcanzar plurinominal.
El equipo ha funcionado desde hace largos años.
En 2001 Jorge Luis Alejandro Almanza Armas, el hermano, participó como candidato del PAN a la presidencia de Matamoros, llevando como suplente a Carlos Alberto García González, más tarde líder de los diputados cabecistas y secretario de Desarrollo Económico.
Llevó igual como candidata a primera regidora a Leticia Salazar Vázquez. Mordieron el polvo, pero ella entró al cabildo vía plurinominal, lo que fue el comienzo de su carrera política que la llevó a diputación federal, local y la alcaldía de la Tres Veces H.
La relación de equipo y complicidades se dejaban ver desde entonces. En el lugar once de la planilla figuró Francisco Elizondo Salazar, otro de los dedos “chiquitos” de Cabeza Gobernador, jefe estatal del partido, diputado y Subsecretario de Educación.
Ganó la presidencia Mario Zolezzi García, de las confianzas del gobernador Tomás Yarrington.
El “tropiezo” decíamos, se dio por el 2009 cuando Garza de Coss, como gerente panista, con línea desde Palacio, ejecutó una bien planeada purga para evitar la postulación de Cabeza en la sucesión de Egidio Torre.
Tiempos en que el Don PRI decidía candidatos del PAN, PRD y los cómplices que se pudiera. Impusieron a José Julián Sacramento como abanderado celeste para hacer una campaña perdedora.
Almanza Armas fue expulsado -algunos castigados- junto con otros señalados de cabecistas, como los entonces diputados Gelasio Márquez Segura, Alejandro Díaz Casillas, Guadalupe Soto Reyes y César Augusto y Vicente Verástegui Ostos. Igual suerte para el ex alcalde de El Mante, Ubaldo Guzmán Quintero.
Con seguridad la expulsión fue lo que motivó que Julio se hiciera postular en 2010 como candidato a Gobernador por las siglas del PRD, en que “cosechó” 31 mil votos.
Le dieron oportunidad de “acomodar” a su hermana Silvia como diputada plurinominal, tercera posición. Solo entró Juan Manuel Rodríguez Nieto.
Siempre vio por su hermana, desde darle oportunidad de trabajar en la botica de la familia.
En 2012 quiso ser candidato a senador por el PRD, partido con el que se la “jugó” luego de la expulsión de PAN, pero sin tirarle a mártir.
Silvia en cambio fue candidata a diputada federal por el IV distrito, en la alianza PRD, PT, Movimiento Ciudadano. Renunció antes de los comicios.
Julio volvió a participar con los amarillos en 2016, con línea de Palacio de Gobierno, al sumarse a Jorge Valdez Vargas como candidato a la gubernatura. No pensaba que su amigo Cabeza de Vaca daría la sorpresa con el mismo apoyo del gobernador Egidio Torre Cantú.
Por cuanto hace al sindicato patronal, la Canaco, desde 2003 participaba en la dirigencia en tanto su hermana administraba las cuotas pagadas por los comerciantes.
A partir del 2012 y hasta su muerte, Julio César fue dirigente estatal de la Federación Estatal de Cámaras de Comercio. En la temporada, Prosecretario de la Concanaco, la organización nacional.
En cuanto Vaca llegó de Gobernador, se la jugó con el equipo, tanto que fue opción del panismo para la alcaldía de Matamoros en 2018, vía independiente, buscando impedir la permanencia de la 4T en el edificio de la Avenida Sexta. No se concretó.
Vivía en el lado americano, donde en el 2003 se armó el escándalo en medios de comunicación, cuando en el puente internacional de Brownsville lo “gancharon” por querer introducir a México un auto con reporte de robo, lo que le habría costado una fianza de cien mil billetes verdes.
Fiel amigo de Francisco Javier, cuando este quería desligarse del pacto federal, Almanza pidió que el tema se llevara a referéndum entre los tamaulipecos para decidir si Tamaulipas cobraba sus propios impuestos o seguía unido a la República.
En Matamoros confrontó abiertamente con el alcalde Mario “La Borrega” López, al denunciar que el municipio cobraba multas de hasta 500 mil pesos por derechos de suelo urbano, algo que se comprobó no era verdad. En el fondo, según aclaración de funcionarios, lo que el dirigente buscaba era asignación de contratos -a la botica Monterrey- en la Junta de Aguas.
El tema del homicidio del dirigente de los comerciantes tratado en la Mesa para la Construcción de la Paz y Seguridad, donde el gobernador Américo Villarreal lamentó el asesinato y se acordó llevar las investigaciones hasta sus últimas consecuencias para dar con el o los criminales.