Claudia Vázquez
Dicen que la justicia tarda, pero llega, y en Tamaulipas, esta expresión popular fue echa a un lado desde hace algunos años, porque se presumía que esta actuaba por consigna, interés político o personal, sin embargo, la esperanza renace en su aplicación porque por lo menos dos de los poco más de cien exfuncionarios del cabecismo que fueron acusados formalmente de haber cometido delitos de diversas índoles, fueron vinculados a proceso.
Se trata de Jesús “N”, ex secretario de Administración, y Elda “N”, ex contralora gubernamental, ambos integrantes del gabinete cabecista, sobre los que hoy pesan cargos por el uso ilícito de atribuciones y facultades.
Un juez determinó que unos meses antes de que terminara el sexenio, adjudicaron 14 contratos a dos personas morales y una física, violando la Ley de Adquisiciones.
Claro que esto motiva al gobierno en turno, incluso lo considera un éxito, porque finalmente la procuración de justicia está actuando en contra de los excabecistas que cuentan con denuncias judiciales.
El entusiasmo es tal que vislumbran el fin de la impunidad de un gobierno panista y hasta presumen que la justicia podría alcanzar al propio exgobernador.
Lo que sí queda claro es que la cuarta transformación no olvida y mucho menos perdona, porque pese a los candados que instrumentó el gobierno que se fue, no han cejado en el intento de que se castigue a quienes presuntamente saquearon al erario y abusaron del poder que representaban.
No hay borrón ni cuenta nueva…y eso es algo que la gran mayoría de los tamaulipecos aplauden porque el deseo de justicia en contra de los malos gobiernos no es de ahora.
Sin embargo; la diferencia estriba en que hoy existe la voluntad política por aplicar la ley, pero, además; también fue un compromiso contraído con el pueblo.
Bien dicen que nadie aprende en cabeza ajena, porque pese a los ejemplos que ha dejado la historia, de quienes han abusado del poder, los políticos se siguen mareando y pensando que toda la vida… es vida.
