Uno de los cultivos más antiguos de nuestro país es la caña de azúcar. Más allá de su dulce sabor, este cultivo le da identidad y sustento a una importante región de nuestro estado, conocida también como la zona cañera.
Es que la caña de azúcar es un cultivo cuyo origen se localiza en Nueva Guinea, del otro lado del mundo, donde se calcula fue descubierto en el año 327 AC y fue introducido a nuestro país con el arribo de los españoles en el año 1522, durante la conquista.
La implementación de este cultivo en la Nueva España fue parte de la colonización de grupos nativos, principalmente en la zona de la huasteca.
En el estado de Veracruz se cultiva aproximadamente la tercera parte de la siembra nacional, el resto de la producción se localiza en 14 estados más y se procesa en 15 ingenios azucareros de la República.
La caña de azúcar es una de las actividades de mayor importancia en la economía y es un cultivo perenne que permite una amplia diversidad productiva.
En él laboran jornaleros, tractoristas, cortadores, cargadores, camioneros, mecánicos, operadores, pilotos, ingenieros agrónomos, administradores, contadores y muchísimas personas más.
En Tamaulipas, aproximadamente 59 mil hectáreas son sembradas con caña de azúcar; esta superficie se localiza en parcelas, ranchos y ejidos de los municipios de El Mante, Xicoténcatl, Ocampo, Antiguo Morelos, Nuevo Morelos, González y Gómez Farías.
Se estima que poco más del 30 por cierto de esta superficie es cultivada en temporal y el resto tiene la fortuna de recibir agua corriente mediante canales y sistemas de riego.
La producción estatal de la caña de azúcar en Tamaulipas oscila entre los 2.5 millones de toneladas, lo que le permite al estado colocarse en el sexto lugar nacional.
De este extraordinario cultivo se generan: el azúcar como principal producto, así como la melaza, que, junto a la punta de la caña, se convierten en una fuerte importante de alimentación en la ganadería, también el piloncillo y el aguardiente. Cómo no mencionar los trapiches manuales y tirados por bestias que aún se observan en el municipio de Llera, donde artesanalmente se extrae el jugo de caña y se elabora el piloncillo en diferentes variedades.
Por ello se le considera una de las fuentes energéticas más económicas para el hombre y uno de los cultivos con mayor rentabilidad.
Hoy la agricultura es la actividad más afectada por el cambio climático global y con mayor repercusión en la sociedad, por ser generadora absoluta de alimentos.
La región cañera de El Mante es una zona privilegiada por la presencia vasta de agua para el desarrollo de los cultivos. Cómo no imaginar la caravana de despeinadas enfiladas desde el poblado El Limón en plena zafra y la algarabía que todo ello implica.
Tierra fértil, que con las manos de sus mujeres y sus hombres generan riqueza y producen la mejor azúcar, efectivamente, es allá donde el azúcar es más dulce que la miel.
Hasta la próxima.