noviembre 22, 2024
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Melitón Guevara Castillo

La conciencia de Alex

noviembre 14, 2023 | 244 vistas

Dos notas informativas llaman mi atención. La primera tiene que ver con el segundo acueducto para traer agua de la presa hasta la ciudad; la nota enfatiza que el acueducto va, que la mitad de su costo lo asumirá el Estado y la otra, el gobierno federal. La otra va en consonancia con el mismo tema: la propuesta de la diputada local Alejandra Cárdenas para darle vida a una policía, hagan de cuenta, que cuide, que verifique que hagamos un uso correcto del agua.

El primero pega en las tareas que tiene el Estado, sea local o federal, para garantizar a la población los servicios básicos, entre ellos el agua; el segundo, pega en la conciencia individual de cada uno de nosotros. Por increíble que parezca, dados los hechos, se busca que alguien nos recuerde, y nos sancione, por no cuidar el vital líquido: el agua. ¿Acaso no somos capaces, como seres racionales, de cuidar y hacer uno corrector del agua? Por las propuestas de la diputad Cárdenas, no: primero propuso el semáforo del agua y ahora la policía del agua.

20 AÑOS DE AGUA

Tengo viviendo en Victoria casi 60 años. Me tocó vivir a la época de construcción del acueducto, en el gobierno de Américo Villarreal Guerra; viví y disfruté le época, o etapa del agua de La Peñita, que forastero que llegaba, la probaba y se quedaba a vivir en la capital tamaulipeca. La verdad, no si sean los años, pero no recuerdo el momento y las circunstancias de cómo se construyó el acueducto. Pero, eso , recuerdo que en su momento fu claro: resolvía el problema para un periodo de 20 años… y ya pasaron.

El problema por el que pasa la capital tamaulipeca es grave. Hemos pasado, desde hace varios años, a tener agua todos los días, hasta a llegar a los que no sale ni una gota por la llave. Hoy la situación es condición extrema: el tandeo para las distintas zonas de la ciudad, cuando menos tres días a la semana. A Teocaltiche, donde vivo, nos toca los martes, jueves y sábados. En algunos lugares, el tandeo es vía pipas, porque el vital líquido no les llega por la red de agua potable.

Así, digamos, la lucha y desencuentros por la segunda red, el segundo acueducto: lo grave, demasiado grave, es que hace días el responsable de la Conagua hizo notar algo en lo que, en lo personal, no había pensado: en cualquier momento, dijo, puede colapsar el actual acueducto. En pocas palabras, según entiendo, el nuevo prácticamente será para sustituir al actual, no pensando en incrementar el volumen de agua para la ciudad.

DOS CULPABLES

En el caso del agua veo dos culpables: el primero es la autoridad, el segundo, la población, los usuarios. El primer caso tiene un contexto de corrupción, por años el organismo administrador del agua, ha sido la caja chica de políticos corruptos; a ello, tenemos que agregar, la corrupción administrativa, ineficaz e indiferente. Tenemos, por ejemplo, que la Comapa se ha desempeñado omisa en atender los males de la red de agua: por eso hay denuncias y denuncias de fugas y más fugas; en otro contexto, no se ha actualizado la red, lo que provoca cada vez más y más fugas, es decir, desperdicio del agua. Claro, estos servidores públicos, llevan en su conciencia el que han fallado a la población.

Y en el otro contexto somos nosotros, los usuarios: el problema es de cultura del agua. No sabemos usarla, con todo y que siempre nos recalcan que debemos buscar optimizarla. Que lo hagamos al lavar trastes, la ropa, bañarnos… pero es evidente que no: de pronto vemos al vecino, o tan simple a una persona, que lava su banqueta con manguera abierta o el carro. Si eso hacemos, imposible pensar que se realicen otro tipo de acciones para cuidar, optimizar, el uso del agua.

SEMAFORO Y POLICIA

Quiero comprender la preocupación de la diputada Alejandra Cárdenas: por un lado, esta su condición de representante social, preocupada por los problemas de su comunidad; luego, creo yo, su preocupación como ciudadana, que estáconsciente de la gravedad del problema… tercero: es victorense, y como todo, ama a su ciudad. Por eso, creo, su iniciativa base de crear el semáforo del agua, para que vayamos tomando conciencia del grado de disposición del agua para consumo humano. La finalidad, que hagamos conciencia del uso óptimo del agua, aunque la tenemos.

Ante la realidad, que nos dice una y otra vez, que más de un habitante de la capital, le vale, puesto que se comporta como si tuviéramos agua de sobra. Si no hacemos conciencia, el siguiente nivel es el castigo: para eso tiene que ser la policía del agua. Para que nos vigile, nos supervise, que constate el uso correcto que hacemos del vital líquido… y si no lo hacemos, pasar al siguiente nivel: amonestación y, si hay reincidencia, invariablemente tendría que haber una sanción.

TAREA GUBERNAMENTAL

Américo Villarreal Guerra fue el constructor del primer acueducto, apoyo a su ciudad, le garantizo el agua por más de 20 años; ahora, otro Américo Villarreal Anaya (el hijo) enfrenta otro reto: retomar la tarea de su padre, dar continuidad a un proyecto que garantice agua a la Capital… Claro, de nada vale tener acueducto si no hay agua: aquí dependemos de la madre naturaleza. Si se construye el segundo, ambos, padre e hijo, pasarán a la historia como salvadores de la capital tamaulipeca.

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