Mauricio Zapata
Independientemente el color o el nivel de gobierno.
Independientemente el cargo, la mayor parte de los políticos de hoy son intolerantes.
Hay sus excepciones, desde luego. No hay que generalizar.
Pero la mayor parte de ellos, hoy en día cree que, si no estás con ellos, estás en su contra.
Comenzando por el Presidente del país, los servidores públicos no soportan el periodismo crítico.
Pero no solo eso, tienen una gran preferencia por la adulación.
Decía el gran escritor Mario Benedetti que “adular no es ayudar”. Pero la clase política de hoy, no lo entiende.
Piensa que el periodista debe ser su amigo y si por ahí se atreve a no decir algo bueno, entonces es malo, es “chayotero” y está en contra de su proyecto.
Lo exhibe y los hace trisas, por decir lo menos.
Quieren gente que los halague. Buscan comunicadores, aun y cuando solo escriban en su muro de Facebook, que diga que son bonitos, que trabajan mucho, que son inmejorables, que son la salvación del “mundo mundial”.
Lo peor es que hay esos aduladores que se la creen. Que buscan que sus fuentes de información sean “amigos” y no eso: fuentes de información.
Hay una premisa en el verdadero periodismo: “Hay veces que tenemos que hablar mal de quienes nos caen bien; o bien de quienes nos caen mal”.
La adulación no les sirve de nada.
No crean que quien habla mal de los enemigos del político es bueno. Ni tampoco hablando bien del político de moda, los hace ser “democráticos”.
No hagan que esta noble profesión siga decayendo.
Lo vimos hace siete años: quienes hablaban bien del sistema, eran los mejores. Los otros eran unos simples resentidos.
Bueno, esos “mejores” ahora son los peores, y quienes pasan ahora a ser los “mejores”, dentro de seis años quedarán marcados por su sistemática forma de caerle bien a los políticos.
Azules, rojos, rojos oscuros, verdes, amarillos, celestes, pálidos, blancos, morados y el color que quieran, la mayoría son iguales: quieren adulación. Y quien no lo haga, está apestado.
EN CINCO PALABRAS.- Confunden el halago con “institucionalidad”.
PUNTO FINAL.- El periodista no es el espejo de la bruja de Blanca Nieves”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata