Ma. Teresa Medina Marroquín.-
EN LA UAT SE ENDEREZA EL PRESENTE PARA QUE EL FUTURO SE CUMPLA
En la semana que pasó uno de los más destacados acontecimientos fue la investidura del MVZ Dámaso Leonardo Anaya Alvarado como Rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Un evento donde el nuevo líder de la UAT subrayó la importancia de fomentar en la máxima casa de estudios de la entidad un modelo de educación universitaria que, dicho de la manera más relevante y emotiva, será “profundamente arraigado en valores humanistas”.
El mundo atraviesa por una serie de convulsiones, ya lo decíamos el viernes pasado, marcado por “La inconmensurable disputa por el poder que libran las dos superpotencias, Estados Unidos y Rusia, mantienen al mundo entero al filo de la navaja”.
A partir de esa dramática realidad, los objetivos del rector Dámaso Anaya, de arraigar profundamente valores humanistas, revelan la nueva era en la que la Universidad Autónoma de Tamaulipas mira al horizonte y más allá de este, es decir, al futuro.
Un futuro en el que alguien, para vida de que los proyectos se cumplan, tiene que enderezar el presente, empezando por la dignidad, la razón, la libertad, la honestidad y la transformación de la historia.
Al dar este viraje, la primera que gana es la sociedad en su conjunto; es decir, las y los tamaulipecos que viven en los 43 municipios de la entidad, más la población flotante, de la que mucha de esta sobresalen muchos jóvenes en su calidad de estudiantes de la UAT.
Resalta Dámaso Anaya que “Es esencial volver a los principios que sustentan la existencia humana”, por lo que sin tales preceptos, y aquí estamos de acuerdo con el señor rector, careceríamos de profesionistas sin esa formación humanista.
O qué estaría ofreciendo a la sociedad la renovada UAT, sino es que la imperiosa necesidad de proyectar, como la columna vertebral de todos sus objetivos, una educación humanista.
Ese es el nuevo modelo educativo, el que subraya “la necesidad (dijo el rector Anaya) de retornar a los principios esenciales que definen la esencia humana, reinterpretados en el contexto contemporáneo”.
FORMACIÓN DE CIUDADANOS RESPONSABLES Y ACCIONES INÉDITAS
Y aquí viene una gran parte de esa reinterpretación: lo que incluye un enfoque humanista y socialmente relevante, excelencia académica, investigación con impacto en la comunidad, vinculación solidaria y colaborativa, así como una gestión responsable y participativa, señaló el rector.
Lo que la educación humanista ofrece es formar a ciudadanos comprometidos con el bienestar colectivo y el progreso de la humanidad.
Un enfoque que se había extraviado en las últimas administraciones de la UAT, tanto porque se habían filtrado sendos intereses políticos como una serie de acciones que cometieron diversos saqueos y malversaciones que, en forma inédita nunca se habían denunciado como en esta nueva Rectoría, apoyada en ese sentido por el gobierno de Américo Villarreal Anaya.
Y no tratamos de decir que todo lo anterior, hablándolo en términos académicos, haya sido todo un tiempo perdido arrojado al basurero de la historia, ¿pero qué hubiese sucedido si la UAT hubiera continuado su camino sin llevar a una gran rectificación, cuya base fundamental es la convivencia armónica y una sociedad más justa?
Ese fue el mensaje relevante de Dámaso Anaya Alvarado expresado en la Ceremonia de Investidura.
No cabe duda que una gran parte de la formación de los alumnos de la UAT radica en la excelencia académica y la calidad docente, las cuales son pilares fundamentales para el éxito.
Sin embargo, el desarrollo integral de los alumnos es el verdadero motor de cambio. ¿Cómo integrar a la sociedad a los nuevos profesionistas si estos carecen de esa formación humanista y de la capacidad de interactuar con la gente y con sus propios desafíos? Esa es la síntesis.
¡Excelente inicio de semana!
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