La espera terminó. La tan aclamada lluvia que tanto se anhelaba en la región, sobre todo en las diferentes actividades que desarrollamos en el campo, se hizo presente para dar por terminada a tan agobiante sequía.
Es que la tormenta tropical “Alberto” trajo a Tamaulipas más beneficio que cualquier tipo de afectación. Llegó justo en el momento en que por parte del Gobierno federal se reparten cientos de toneladas de fertilizantes que requieren humedad para ser aprovechados; llegó en el momento en que el Gobierno del Estado se encuentra recibiendo solicitudes de apoyo para subsidio de semilla de sorgo y maíz.
Pero lo más importante, las lluvias se hicieron presentes en el momento en que el campesino, se encuentra preparando la tierra, barbechando, subsoleando o rastreando, esto previo al inicio del ciclo agrícola primavera-verano 2024.
El mirar el rostro de esos campesinos en estos momentos, es sin duda, el reflejo franco de agradecimiento al cielo, a su fe y hoy más que nunca, está más seguro de que para el campo, éste año es el bueno.
Ese rostro alumbrado por los efectos de la onda de calor sufrida en días pasado; por las alumbradas de la madrugada al andar chamuscando nopal para su ganado, hoy muestra un gesto de alegría y por supuesto de plena satisfacción.
Las lluvias registradas hasta el momento, han generado en la población, una gran satisfacción, ya que todo tipo de escurrimientos en drenes, canales y arroyos, seguramente son conducidos a las presas más cercanas y esto sin duda, genera cierta tranquilidad, luego de la crisis por el agua para consumo humano que estamos padeciendo.
Definitivamente que ésta refrescante tormenta tropical no es la solución total para las complicaciones medioambientales que en nuestros días, estamos enfrentando. Recordemos que venimos de padecer los embates de varias olas de calor extremas, el combate a varios incendios forestales con daños considerables en nuestras sierras, en los próximos días, enfrentaremos la temporada de canícula y lo más preocupante, el daño que hacemos como especie humana diariamente al tirar basura, desperdiciar agua, talar árboles, entre otras cosas.
Es momento, ahora sí, de implementar un verdadero programa de reforestación con especies nativas, adaptadas a la sequía que ya es recurrente, aplicar la ley a las deforestaciones clandestinas y venideras, y por supuesto, cuidar mucho del agua.
Hoy las redes sociales, medios informativos y la televisión, se encuentran inundados de imágenes de agua encharcada, corriendo, incluso ya almacenada. Es parte, sin duda, del buen ánimo de la población, mantengamos esa buena vibra y sigamos disfrutando de las lluvias de temporada.
Hasta la próxima.