Con la decisión de las autoridades electorales de darle una mayoría aplastante a Morena en la Cámara de Diputados se consolida el control del poder político por AMLO y su grupo político. En la Cámara de Senadores requieren aún de tres senadores para la mayoría calificada; pero, bien que lo sabemos, en esas condiciones es fácil comprar conciencias (votos) pero además ahí está Alejandro Moreno, con sus senadores, listo para negociar y vender los votos priistas.
En la década de los setentas, Arnaldo Córdova publicó el libro “La formación del poder político en México”; fue una forma de explicar cómo, para ese momento, el PRI ejercía el poder de tal forma que Daniel Cosío Villegas le llamó “monarquía sexenal hereditaria”; y para otros, simplemente, era una dictadura perfecta. El poder presidencial era, todopoderoso, quien lo retaba terminaba destruido. Sin embargo, si cayó, y ahora estamos en el umbral de retomar esa forma o estilo de gobernar.
REPARTIR EL PODER
La formación del poder político en México el siglo pasado fue el resultado de una decisión estratégica: crear una instancia del poder, de cómo repartirlo. Y es que una vez concluida la revolución se dio una guerra civil, revueltas, rebeliones de militares descontentos porque querían poder. Así, para no autodestruirse, le dieron vida al Partido Nacional Revolucionario, que luego se transformo en el Partido de la Revolución, y su último cambio fue al Partido Revolucionario Institucional, el partido al cual Alejandro Moreno, hagan de cuenta le quitó lo último y lo convirtió en su propiedad.
El PRI hacía gobernantes y presidentes, solo por seis años, pues funcionaba eso de la “No reelección”, pero en esos seis años, eran todopoderosos y nadie los enfrentaba; no permitieron crecer a la oposición, al grado que Carlos Salinas de Gortari, al referirse a ella, asentaba que no la veía ni escuchaba. Hagan de cuenta, así, dentro de poco tiempo el líder moral de la 4T podrá decir lo mismo. Sin embargo, tuvo su final primero en el 2000 y luego en el 2012.
CONSTRUIR DESDE LA OPOSICIÓN
El PRI se autodestruyó: la oposición palera y con el PAN siendo oposición leal tuvo que cambiar porque así lo exijan las condiciones. El movimiento estudiantil de 1968, las guerrillas urbanas, provocaron que José López Portillo hiciera visible a la oposición de izquierda con su reforma política electoral. La oposición leal del PAN se transformó en neopanismo con la participación creciente de los líderes de la iniciativa privada… y empezaron a ganar posiciones de poder: presidencias municipales, diputaciones, senadurías hasta ganar la presidencia en el dos mil.
Se fueron creando instancias y contrapesos como el INE, Trife, INAI, es decir, contrapesos como la rendición de cuentas, el acceso a la información y transparencia de la misma. Por eso, cuando el PRI perdió la presidencia se dijo: la democracia llegó para quedarse. Fue una etapa en donde los contrapesos estaban en el poder legislativo: al grado que presidentes como Vicente Fox tuvo problemas para desarrollar su programa de trabajo; y en el caso de Enrique Peña Nieto, hoy lo sabemos, construyó un Pacto por México vía el soborno de legisladores… así, hasta que de pronto, apareció AMLO, con su slogan de primero los pobres y se hizo del poder.
PODER DE UN SOLO HOMBRE
México ha padecido el gobierno de un hombre. ¿Recuerdan a Antonio López de Santa Ana? Que una y otra vez se hacía del poder; luego tuvimos 30 años a Porfirio Diaz; Plutarco Elías Calles pretendió gobernar tras el poder y el general Lázaro Cárdenas se lo impidió, lo exilió. Mas reciente, bueno del siglo pasado, recordamos como Luis Echeverria tenia protagonismo como expresidente y lo enviaron de embajador a las Islas Fiji. Con estos antecedentes, mucho se especula que Andrés Manuel proyecta convertirse en algo parecido, la cuestión es si Claudia Sheinbaum aceptará convertirse en un florero.
Y es que, dadas las condiciones de las fuerzas políticas, Morena está imparable: y responde a las voces, a los intereses de AMLO. Quizá por eso, la presidente electa ya recomendó a su partido que haga una asamblea, que reforme los estatutos, que pinte su raya con el gobierno… por cierto, una de sus propuestas es volver al esquema de “no reelección”, al menos ya lo propone para los legisladores. Y el primer síntoma del nuevo y poderoso gobierno es reformar al Poder Judicial, así como eliminar a los órganos autónomos: no quieren nada que les diga si algo lo hacen mal.
SE VA AMLO
Ya está en la TV un video de AMLO despidiéndose, hace notar todos los logros de su gobierno y hasta le pone número a los mexicanos que dejaron de ser pobres y eso es bueno, aquí y hasta en Venezuela.
