diciembre 13, 2024
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Mauricio Zapata

La guerra marrana

mayo 15, 2024 | 871 vistas

Mauricio Zapata

 

La guerra sucia en las campañas políticas es una estrategia controvertida que busca desacreditar al oponente mediante el uso de información negativa, ataques personales y difamación.

Aunque es común en muchos países, y se ha vuelto ya una tradición en México y Tamaulipas, sus efectos pueden ser perjudiciales para la democracia y el proceso electoral.

En primer lugar, la guerra sucia puede desviar la atención de los temas importantes y relevantes para los votantes, enfocándose en escándalos personales o acusaciones sin fundamento, lo que dificulta que el elector tome decisiones informadas sobre los candidatos y sus propuestas.

Y es que a veces no se analiza bien si es una “fake” o si es real. Hoy en día lo vemos con páginas de Facebook creadas al vapor y solo las usan para denostar al rival.

Además, la difusión de información falsa o tergiversada mina la confianza en las instituciones y en el sistema político en su conjunto.

Cuando los ciudadanos perciben que los políticos recurren a tácticas deshonestas para obtener el poder, pueden volverse más escépticos y desinteresados en participar en el proceso electoral.

La guerra sucia también puede contribuir a polarizar aún más a la sociedad, creando divisiones profundas entre los partidarios de diferentes candidatos. Y mire que eso es el pan nuestro de cada día.

Los ataques personales y las acusaciones infundadas pueden avivar el odio y la hostilidad entre los ciudadanos, dificultando la cooperación y el diálogo necesario para abordar los desafíos que enfrenta la sociedad.

Por otro lado, algunos argumentan que la guerra sucia es una forma legítima de exponer las debilidades y defectos de los candidatos, permitiendo a los votantes tomar decisiones más informadas.

Sin embargo, esta visión pasa por alto el hecho de que la difamación y los ataques personales rara vez ofrecen una evaluación justa y equilibrada de los candidatos y sus propuestas.

En suma: aunque la guerra sucia puede parecer una estrategia efectiva para ganar elecciones, sus consecuencias a largo plazo pueden ser perjudiciales para la salud de la democracia.

Pero les gusta irse por la fácil, ante la falta de una estrategia eficaz para ganar una elección.

EN CINCO PALABRAS.- Creen que sí les creen.

PUNTO FINAL.- “A palabras necias, fanáticos que las defienden”: Cirilo Stofenmacher.

X: @Mauri_Zapata

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