Mauricio Zapata.-
Ya van no sé cuántas veces que el diputado Erasmo González Robledo de apersona y Ciudad Victoria para estar en algún evento y aprovecha para hablar del proyecto del acueducto.
Desde el 2019 sigue con la misma retórica.
No hay nada nuevo ni presenta algún avance.
El asunto es que es él, como Presidente de la Comisión de Presupuesto, el que prácticamente tiene en sus manos la continuidad de esta obra.
Y también está en sus manos frenarla, como lo ha hecho en estos cuatro años. Lo más nuevo es que está en estudio. Pero así está desde hace mucho tiempo.
Según él, va a gestionar recursos para su construcción, pero sigue sin establecer algo en concreto, como una fecha.
¿Por qué le da tantas largas?
¿Por qué asegura que sigue conociendo y analizando el proyecto?
Pues simple: por hipócrita.
El proyecto tiene unos diez años. Desde que el era diputado local del PRI ya se había hecho el proyecto.
Es más, él estuvo echando porras en el evento en donde el entonces candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto signó ante notario público la construcción de esa segunda línea.
Y como legislador del PRI conoció de viva voz del entonces alcalde y el entonces gobernador la necesidad de esa segunda línea para abastecer de agua a los capitalinos.
Él tuvo el alcance y los medios para gestionar la obra desde hace cuatro años cuando fue diputado federal por primera vez (ya con Morena) porque siempre formó parte de la Comisión de Presupuesto,
Insisto, ¿por qué hasta ahora no ha hecho nada al respecto?
Es más, hace un poco menos de un año, cuando el alcalde Gattás fue a la Ciudad de México a pedir la lana, él se hizo pato y no gestionó ni un solo quinto extra para Victoria.
Desde el 2018 Almaraz fue a pedir dinero y Erasmo no hizo nada. Incluso el edil bailarín también fue a pedir recursos y Erasmo ni lo peló.
Ahora se quiere vestir de héroe y de estar interesado en los victorenses cuando nunca ha hecho nada por buscar más recursos, ya no digo para Victoria, sino para Tamaulipas.
Lo cual nos indica, como buen morenista, que él solo trabaja para los suyos y que la ciudadanía en general le importa un bledo.
EN CINCO PALABRAS: La hipocresía, mal de soberbios.
PUNTO FINAL.- La soberbia y el egoísmo, son los padres de la soledad: Cirilo Stofenmacher.
Twitter: @Mauri_Zapata
