Mauricio Zapata
En Victoria hemos tenido 20 alcaldes en 30 años, cada uno ha dejado algo para recordarlos o para olvidarlos.
Pero todos y cada uno dejó un estilo propio. Una huella. Al escuchar su nombre, los recordamos por la obra “estrella” de su administración.
Por ejemplo, Tito Reséndez Treviño. Su trabajo no fue grande y prácticamente le dejó todas las cámaras y reflectores a Américo Villarreal Guerra, pero la ciudad creció en materia comercial.
Ramón Durón Ruiz. Su sello fue hacer aquél “tinaco” en el 16 y 17 Hidalgo tratando de que fuera un símbolo de la Ciudad y cerró esa parte de la calle. Además del quiosco que reinstaló en la Plaza Hidalgo.
Gustavo Cárdenas Gutiérrez. No lo dejaron trabajar y su administración se distinguió más por el pleito con el gobernador Cavazos que por las obras que hizo. Aun así, la gente lo sigue recordando muy bien.
Pascual Ruiz García. Durante su mandato no se hizo gran cosa que se recuerde. Quizás el obelisco en la Plaza Hidalgo.
Enrique Cárdenas del Avellano, un tipo con una personalidad muy fuerte, con mucho entusiasmo y con un proyecto definido. Impulsó algunos programas que hoy siguen vigentes.
Eugenio Hernández Flores. Dejó huella en obras como la joroba, el eje vial, ampliación y rehabilitación de avenidas y aquella frase que aún sigue teniendo algo de vigencia: “Victoria, el corazón de Tamaulipas”.
Álvaro Villanueva Perales. Modernizó calles y avenidas y en su administración se actualizó el reglamento de Tránsito que era obsoleto.
Arturo Diez Gutiérrez. Las inversiones que atrajo en materia comercial y que hoy por hoy son uno de los atractivos de la ciudad.
La de Miguel González Salum. En primera instancia saneó las finanzas y pulió el sistema administrativo. Puso la nomenclatura en calles, que no había, y además impulsó la pavimentación de concreto hidráulico.
Alejandro Etienne Llano.Inició diversos programas y luego gestionó obras y recursos, Se remodelaron y modernizaron varios espacios públicos.
Óscar Almaraz Smer. Recompuso los servicios públicos. Su huella fue la remodelación de la avenida más emblemática de la capital.
Luego siguió Xico y creo que no es muy complicado ver la huella que dejó en la Capital. Una huella imborrable, una huella de vergüenza.
Pilar, no tuvo tiempo de hacer algo en concreto. Estuvo menos de un año.
¿Qué será lo que más recuerden de Gattás? Hagan memoria.
EN CINCO PALABRAS.- Uno más uno, son dos.
PUNTO FINAL.- “Les gusta jugar a las escondidas, pero nadie quiere contar”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata