Claudia Vázquez
Dicen que, para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta, y este dicho popular le queda como anillo al dedo, al Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Marko Cortés, quien desde el centro del país descalificó la candidatura a la senaduría por el Partido Verde Ecologista de México, de Eugenio Hernández Flores.
El panista, recordó el presunto historial delictivo, y los años que pasó en prisión el ex gobernador de Tamaulipas, así como la solicitud de extradición vigente, lo que considera que son argumentos suficientes para que no fuera abanderado a la senaduría.
Y visto de manera fría, se tendría que reconocer que Marko Cortés de alguna manera tiene razón porque moralmente no debería contender, que primero tendría que enfrentar las acusaciones que aún tiene pendientes con la justicia.
Que el fuero otorgado por la representación popular no se convierta en una protección para quienes tienen, con razón o sin ella, acusaciones de carácter penal.
Sin embargo, y sin que suene a defensa del ex mandatario estatal, el líder panista Marko Cortés tendría que ser congruente con su pensar, porque el Partido Acción Nacional también tiene postulados a políticos que tienen, con razón o sin ellas, acusaciones de carácter judicial, como es el caso del ex candidato presidencial Ricardo Anaya, y el tamaulipeco y también ex gobernador de la entidad Francisco García Cabeza de Vaca.
Y la presunción, al igual que sucede con Eugenio Hernández Flores, no buscan alcanzar una curul pensando en legislar en beneficio de los mexicanos, o tamaulipecos en el caso de ambos ex mandatarios estatales, sino en tener el fuero constitucional que les permita, amparados en el poder que representarán, negociar las cuentas que presuntamente tienen pendientes con la justicia.
No cabe duda que Marko Cortés se comió de lengua un plato…o como dirían en el pueblo solo “ve la paja en el ojo ajeno, y no en la viga propia”.
LA ULTIMA:
Algo sucede en Tamaulipas, que los candidatos andan bastante “flojos” porque contrario a lo que se pensaba no se han dejado ver por el electorado.
Será el calor, la falta de recursos económicos o algunos porque se sienten ganados y otros perdidos, pero ahora sí que sea por lo que fuere, no se les ve el entusiasmo de antaño o quizás solo piensen que la modernidad de las redes sociales, les son suficientes para ganar votos.
El punto; es que las calles lucen desiertas sin candidatos, sin pendones ni las tradicionales batucadas.
Y pensar que la oposición dice que va por todo y la Cuarta transformación por el Plan C.
Pero, así como pintan…tal parece que ambos quedaran “a medias” …