Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Como era de esperarse, Raúl Ramírez Castañeda, reasumió, el
pasado viernes, su tarea como fiscal especializado en combate a la
corrupción de Tamaulipas.
Menos de 30 días después de que, la Diputación Permanente del
Congreso del Estado aprobó un punto de acuerdo para separarlo
provisionalmente del cargo, bajo el supuesto de que había perdido los
requisitos de elegibilidad, un Tribunal Unitario, con sede en Reynosa, le
concedió una suspensión definitiva en un juicio de amparo, y ordenó su
restitución.
En un intento por amagarlo, y evitar que hiciera valida esa resolución,
desde la misma fiscalía anticorrupción un agente del Ministerio Público
solicitó una orden de aprehensión en su contra, que le fue concedida por un
Juez de Control.
Obviamente que Ramírez Castañeda consiguió también que la justicia
federal lo protegiera, suspendiendo la orden de captura en su contra,
allanando con ello por completo el camino para regresar a instalarse
nuevamente en su lujosa oficina de la fiscalía anticorrupción.
Más allá del vínculo evidente que tiene con su paisano y exjefe, el
exgobernador panista, Francisco García Cabeza de Vaca, —lo que lo
coloca en un conflicto de interés que pone en duda y bajo sospecha su
tarea como encargado de la investigación y persecución de los delitos de
corrupción—, era inevitable que el reynosense revocará en los tribunales
jurisdiccionales la resolución de la Diputación Permanente, que el pasado
22 de septiembre fue ejecutada con excesivo ruido mediático.
Cualquier estudiante de primer año de la licenciatura en Derecho
podría haber anticipado que la decisión de los diputados no tenía el mínimo
asidero legal. Aquí lo advertimos en su momento.
Sin embargo, más allá de quien ganó y quien perdió en este litigio por
la fiscalía anticorrupción, habría que destacar una conclusión:
Que somos afortunados como sociedad al tener un Poder Judicial
Federal independiente y autónomo. Los jueces, magistrados y ministros,
siguen siendo un dique y garantía de contención de los excesos de
cualquier autoridad, y eso como ciudadanos debemos agradecerlo.
Es natural que algunos gobernantes, y ciudadanos en general,
descalifiquen los fallos de los tribunales, sobre todo cuando son en contra
de sus intereses, pero debemos entender, todos, que la justicia no se aplica
en base a caprichos o al contentillo de las partes en conflicto.
Los actores políticos, sin importar que sean gobierno o no, deben
entender que la ley es la ley y que, les guste o no, deben respetarla, sobre
todo tratándose de nuestra ley suprema: la constitución.
Este reportero ha dejado constancia de su convencimiento de que,
Ramírez Castañeda, (igual que el fiscal general de justicia, Irving Barrios
Mojica, y el Auditor Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio) atiende los
intereses y órdenes de su ex jefe, Francisco García Cabeza de Vaca y por
lo tanto carece de la mínima confianza para ejercer su función. Se aferra al
cargo porque se lo ordenan y no tanto por auténtica vocación o patriotismo.
Sin embargo, eso no debe ser una razón válida para violentar la ley
en la búsqueda de su destitución, porque entonces se abre la puerta a la
anarquía social y en algún momento podríamos ser nosotros, usted o yo, las
víctimas de esa práctica.
EL RESTO
OTRA VEZ NUEVO LAREDO.- Por segunda ocasión consecutiva, el
gobierno municipal de Nuevo Laredo figuró como el más eficiente del país.
De acuerdo con la medición trimestral que realiza el Inegi, la
administración del municipio fronterizo que encabeza, Carmen Lilia
Canturosas Villarreal, se colocó en el primer lugar de las evaluaciones de
alcaldes y alcaldesas de todo el país.
Sin duda los neolaredenses deben estar contentos porque su
municipio muestra un desarrollo sin precedentes.
No estaría nada mal que, otros alcaldes y alcaldesas se acercaran
con Canturosas para que les compartiera la fórmula. La verdad, les hace
mucha falta. Les urge.
EL SELLO DEL RECTOR.- El rector de la UAT, Guillermo Mendoza
Cavazos, encabezó, el pasado fin de semana, los festejos conjuntos por el
56 y 66 aniversarios, respectivamente, de las Facultades de Comercio y
Medicina Veterinaria.
Temprano dio el banderazo de salida de una carrera de 7 kilómetros
que culminó precisamente frente a la Facultad de Veterinaria.
Mendoza ha impreso un sello particular a su rectorado, sobre todo a
través de un acercamiento permanente con la base estudiantil y docente, lo
cual ha fortalecido la unidad de la institución.
ASI ANDAN LAS COSAS.